El 14 de octubre del 2022 se cumplió un año del feminicidio de Nayeli Guerrero que consternó a todos los cabeños. Su familia ha resistido revictimización y un duro proceso para lograr hacer justicia, sin embargo; ni siquiera han podido tener la primera audiencia de un juicio que solicitaron para buscar la pena máxima para su agresor.
La señora María Josefina Herrera, madre de Nayeli, compartió que la pasividad y falta de profesionalismo la tienen enferma, al punto de que se ha convertido en un calvario y martirio buscar justicia para su hija. Señaló que la carpeta de investigación quedó clara y bien hecha pero el sistema judicial es tardío y confuso.
“El acusado solicitó un proceso exprés que tiene como pena máxima 30 años de prisión y beneficios, pero nosotros no lo aceptamos, solicitamos un juicio para conseguir la pena máxima de 50 años sin beneficios porque es un sujeto muy peligroso, a mi hija le costó la vida emplearlo”.
“La primera audiencia del juicio debió de haberse llevado en junio y no se pudo, llevamos cuatro intentos y no se hace, primero por agenda de la juez, segundo porque traspapelaron el oficio del traslado de la persona, tercero porque la defensora de oficio tenía cita y nos avisaron un día antes y cuarto porque una fiscal de La Paz no tenía conocimiento del expediente”, compartió.
Cansados de no ver avances significativos en cuanto al proceso judicial, familiares, amigos y conocidos de Nayeli se reunirán el próximo martes 25 de octubre a las 9 am en el Centro de Justicia Penal en San José del Cabo con camisa morada en protesta por el feminicidio y la perversidad de las instituciones.
Nayeli Guerrero, un recuerdo presente
En palabras de su madre, Nayeli de 36 años era una mujer visionaria, aguerrida a la vida y con muchos sueños. Era Diseñadora Gráfica por la Universidad Autónoma de Guadalajara con una especialidad en Londres que llegó a Los Cabos a trabajar y además emprendió un negocio llamado Boutique “Bohemia”.
Tenía dos fuentes de ingresos, era defensora y activista por los derechos de los animales y tenía una nobleza inigualable que la caracterizaba. Buscaba ayudar al prójimo y “siempre tenía un plato de comida y una casa para quien lo ocupara”.
Estaba próxima a comprometerse y de irse a formar una familia a Estados Unidos.
Feminicidio
El día que Nayeli fue asesinada, el 14 de octubre cumplía 37 años, iba de viaje con un grupo de amigas a La Paz a festejar, pero nunca llegó. Ese día fue vista por última vez a las 3 de la tarde al salir de su domicilio. Su rostro y nombre inundaron las redes sociales bajo la leyenda de “Se busca”.
El 17 de octubre una gran movilización policiaca se registró sobre la calle Manuel Doblado en la colonia Centro de San José del Cabo por el hallazgo del cuerpo de una mujer sin vida y en estado de descomposición dentro de un negocio. Horas más tarde se dio a conocer que aquella mujer era Nayeli.
Nayeli no sólo fue asesinada, sino privada de su libertad y le robaron su camioneta. Su madre describe su feminicidio como la acción más cobarde, cruel, abusiva y aprovechada que alguien pudiera haber hecho.
“Le deshizo el cráneo, la ató de manos y pies hacia atrás y le puso una cuerda, cualquier movimiento que hiciera ella sola se ahorcaba, con una cinta metálica le tapó los ojos y la boca, y al ver que seguía con vida le fracturó las costillas y la columna vertebral y después la asfixio”, compartió.
El principal sospechoso, acusado y que actualmente está en prisión preventiva por delito de feminicidio y robo a vehículo es Hugo “N”, un exempleado de Nayeli que trabajó provisionalmente con ella durante tres meses haciendo mandados y tareas menores, que pidió la ayuda de ella ya que no tenía que comer y la estaba pasando mal.
En su momento, el Procurador General de Justicia del Estado, Daniel de la Rosa Anaya confirmó que el móvil del crimen fue laboral y que el presunto feminicida pidió un incremento de sueldo y Nayeli se negó a dárselo. Destacó que hay prueba científica y videos que comprueban que el único presunto responsable del crimen es Hugo “N”.
El acusado se dio a la fuga después del hecho, y fue detenido semanas después en el norte del Estado. Aún se encuentra sin sentencia, vinculado a proceso y tras las rejas mientras. La familia de Nayeli, desde afuera busca que cumpla la pena máxima por cortarle las alas la joven.
