En los hechos, en su primera visita oficial a Baja California Sur, Adán Augusto López, no vino como secretario de Gobernación, vino como una de las “corcholatas” del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador de cara a la sucesión presidencial.
La convocatoria de manera oficial era un encuentro con empresarios para hablar de las Perspectivas de Desarrollo Social y Económico de Baja California Sur; al encuentro asistieron representantes de cámaras y colegios empresariales de Baja California Sur, e incluso en el presídium se incluyó al presidente del Consejo Coordinador de Los Cabos, Julio Castillo, quien representa a los empresarios más importantes de la entidad.
El encuentro levantó altas expectativas entre la iniciativa privada, quienes esperaban escuchar líneas de acción, programas y estrategias de gobierno para mejorar la economía sudcaliforniana que también ha sufrido los embates de la alta inflación en el país, sin embargo los empresarios “se quedaron con las ganas” de escuchar propuestas que sirvieran para continuar y apuntalar la reactivación económica del estado luego de la crisis generada por la pandemia mundial del Covid, y más aún cuando en Baja California Sur se ha llegado a la quinta ola de la enfermedad.
La presencia además de la secretaria de Seguridad Pública nacional, suponía también un mensaje para fortalecer la estrategia en la materia para continuar siendo uno de los estados con mayor percepción de seguridad del país, o entrar a temas más delicados como los casos de extorción o las desapariciones.
En lugar de ello, la iniciativa privada local, fue testigo y parte de un evento de presunto “destape” de Adán Augusto, apapachado por su amigo, el gobernador de Baja California Sur; donde ambos se desvivieron en halagos mutuos.
La gran amistad del tabasqueño con el mandatario choyero ya se había demostrado, cuando al no poder asistir a la toma de protesta de Víctor Castro, Adán Augusto, el secretario de Gobernación, mandó en su representación a su propia esposa.
La cargada se hizo presente en el evento que se desarrolló en instalaciones militares; desde antes de llegar al recinto, Adán “la corcholata”, no el secretario de Gobernación fue recibido con pancarta y todo por un más bien, modesto contingente de simpatizantes de Morena, con la leyenda “#YoConAdán”.
Ya en el evento, convergieron la gran mayoría de secretarios, directores del Gobierno del Estado y legisladores locales, más aún aquellos identificados con el proyecto político del Gobernador, quienes no desaprovecharon la oportunidad de tomarse la foto, no con el secretario de Gobernación, sino con el presidenciable Adán Augusto.
También estuvieron las alcaldesas de La Paz, Milena Quiroga, quien también se tomó su foto, aunque en diversas ocasiones ha participado de eventos de otra de las “corcholatas” de AMLO, Claudia Sheinbaum; la alcaldesa de Comondú, Ileana Talamantes, la de Loreto, Paola Davis y la de Mulegé, la panista, Edith Aguilar.
El gran ausente fue el presidente municipal de Los Cabos, Oscar Leggs Castro, quien según el propio Gobernador, no había asistido por temas de salud de su esposa, mismo que a la par del evento mantuvo una agenda activa en su municipio, al grado que para las 9:00 de la noche todavía transmitió en sus redes sociales un recorrido de supervisión de obras de paraderos para transporte público; lo que se pudiera interpretar que no quiso ser parte del “destape” y lo que nuevamente llevaría a suponer un distanciamiento con el Gobernador.
Antes de iniciar, el evento, el propio Gobernador recordó la gran amistad que tiene con el hoy secretario de Gobernación, señalando que fueron compañeros diputados federales, estuvo en su equipo de trabajo en el Senado y siempre lo ha apoyado como persona y como político, además quiso atacar cualquier suspicacia en torno al evidente motivo del evento, al señalar que no quería que se perdiera el “tinte oficial” del evento con “tintes de otra naturaleza”.
Sin embargo, en instantes el mismo soltó:
“…Eso lo va a decidir el pueblo, y el pueblo como dice nuestro presidente es sabio, y tengan la plena certeza que si corresponde, será para los sudcalifornianos un honor estar también respaldando en su momento a quien decida el pueblo de México, pero Adán está ya, entre las corcholatas…”
Así por más de una hora, los presentes, entre quienes también se encontraban diputados federales del PAN, escucharon halagos mutuos y chascarrillos entre los amigos morenistas que encabezaban el evento, sin que transcurrido el tiempo programado para el acto, se mencionara estrategia alguna sobre las perspectivas de desarrollo social y económico de Baja California Sur
Encanchado y apapachado, a modo de broma, el presidenciable se confesó:
“Miren la verdad es que eso que le pusieron ahí de perspectiva de desarrollo social y económica, pues es un buen pretexto para estar aunque sea unas horas aquí en La Paz y en Baja California Sur”.
“Ya vieron que no era necesario venir a hablar del desarrollo social y perspectivas de desarrollo de Baja California Sur”.
Pues sí a Baja California Sur ayer no vino Adán Augusto López el secretario de Gobernación, ayer llegó Adán Augusto, la corcholata.
Baja California Sur ya gozó de las mieles de que un gobernador tenga una gran relación de amistad con un funcionario federal de primer nivel; durante los primeros tres años de su mandato, cuando a Carlos Mendoza Davis “le apretaba el zapato” por los centavos, tenia línea directa con su hermano el secretario de Hacienda, José Antonio Meade y se resolvía lo que se tenía que resolver.
Hay que ver si en esta nueva relación de amistad entre el mandatario sudcaliforniano morenista y el hoy secretario de Gobernación, y más aún si llega a ser candidato y Presidente de la República, luego de su “destape” desde tierras sudcalifornianas hace honor a la máxima del líder de su movimiento, Andrés Manuel López Obrador… “amor con amor se paga”, por mejores tiempos para Baja California Sur.
