El Frente Ciudadano en Defensa del Agua y la Vida (Freciudav) presentó una serie de argumentos, por los que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) debe negar los permisos que está solicitando el megaproyecto Kuni.
La asociación civil enfatizó que la promovente del megaproyecto Kuni entregó un documento a la Semarnat, que no satisface los criterios requeridos para la manifestación de Impacto Ambiental (MIA).
Recalcan que, el proyecto que busca instalarse en 14 hectáreas de Balandra y más de mil 590 colindantes con playa El Tecolote, incumple con la descripción del sistema ambiental regional de manera precisa y real, omite señalar las tendencias del desarrollo y deterioro de la región.
“También omite manifestar la existencia de especies de flora y fauna en la región con denominación de protegida, también omite manifestar los impactos en flora y fauna y lo que significan para el sistema ambiental estos impactos”, señalan.
Entre los argumentos, el Freciudav denunció que “Kuni” minimiza impactos de actividades como la desalación, el volumen producido de salmuera como resultado de este proceso, tampoco manifiesta los impactos que las obras y actividades del proyecto producirán en el ANP Balandra.
En este escenario recordaron que la Bahía de La Paz es sitio Ramsar, no obstante, en su MIA señala que no la afecta porque se encuentra a 1.5 km de distancia, pero no manifiesta los impactos de tomar agua de ese sitio para la desaladora y mucho menos el daño que le causaría con el volumen de salmuera.
Por esto, Kuni representa una declaratoria de que las obras y actividades del proyecto causarían la interrupción del corredor biológico que en esa zona se sostiene.
“Con lo dicho, es suficiente para informar a la población que no ha tenido oportunidad de revisar el documento del megaproyecto Kuni que, primeramente, no satisface los criterios establecidos en la normatividad para su presentación y segundo, los datos que manifiesta no son acordes a la realidad”, subrayan.
Basados en el artículo 35 de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, fracción III, enfatizan que la Semarnat debe negar la autorización solicitada por los promoventes del megaproyecto.
“No hay forma de proteger nuestros recursos naturales con la deforestación que pretenden, no hay forma de que permanezca la belleza paisajísitca del lugar con su más de 20 mil construcciones, no hay forma de que se respete el territorio, las personas y las costumbres locales, así como la flora y fauna…”, sostienen.
