Siempre he dicho que la percepción corre en línea paralela a la realidad. No se tocan.
Es decir, mientras la percepción de las personas sobre un tema puede ser una, en la realidad puede ser distinta.
Vemos o sentimos una cosa, pero la realidad es otra.
Y eso es lo que actualmente sucede en materia de seguridad en Baja California Sur.
Explico:
En días pasados, por enésima vez el INEGI publicó su encuesta trimestral que mide la percepción de seguridad en 91 ciudades “de interés” del país, donde por varios años Los Cabos y La Paz se han mantenido en los primero 10 lugares con menor percepción de inseguridad o lo que es lo mismo, mayor percepción de seguridad.
Hay que ser muy claros, que la encuesta federal no mide la seguridad o inseguridad per se, si no como ven los ciudadanos la seguridad o inseguridad en donde viven, que tan seguros o inseguros se sienten.
En el caso de su más reciente Encuesta de Seguridad Pública Urbana (ENSU), publicada el 24 de julio, el INEGI reporta que Los Cabos cuenta con una percepción de inseguridad ciudadana del 16.7%; es decir, que el 83.3% de los encuestados dijeron sentirse seguros.
En el caso de La Paz, la percepción de inseguridad de los encuestados fue del 24.7%, lo que se traduce, según la medición que el 75.3% de los habitantes de la Paz encuestados, se sientes seguros.
Con esos “resultados” los gobiernos de Los Cabos y La Paz, el Gobierno del Estado así como la sociedad civil organizada, mes con mes presumen la seguridad de Baja California Sur.
Esto a pesar que Comondú (donde el propio obispo de La Paz, Miguel Angel Alba Díaz, advirtió de extorsiones del crimen organizado a pescadores), Loreto y Mulegé, no son tomados en cuenta en la encuesta.
Otro dato que destaca ampliamente el Gobierno del Estado en materia de seguridad es el índice de homicidios dolosos, que en 2023 apenas fue de 27, lo que colocó a la entidad como el estado con menos casos en el país.
En el caso de otro delito de alto impacto como lo es el secuestro, las cifras oficiales no alcanzan los dos dígitos entre 2023 y 2024.
Con estos datos estadísticos, se crea la percepción de Baja California Sur como estado seguro.
Pero las estadísticas que miden percepción se estrellan en la realidad:
Mientras los homicidios dolosos no superaron los 30 en 2023, la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas de Baja California Sur, es decir el órgano oficial para tratar las desapariciones en el estado reportó que en el mismo año, “recibieron 502 reportes de personas desaparecidas en Baja California Sur; 320 fueron localizadas y 182 están pendientes por localizar”.
Desgraciadamente, se podría presumir además que algunos de esos 182 sin localizar, podrían formar parte de las osamentas localizadas por los grupos de búsqueda ciudadanos en fosas clandestinas en La Paz y Los Cabos.
Entonces tienes 27 homicidios, pero 182 desaparecidos.
En el caso de las extorsiones o “cobros de piso” que apenas el pasado 24 de agosto el gobernador Víctor Castro, señaló tajantemente a medios que “hay muchos dichos, pero no hay denuncias”, el pasado 22 de julio pasado la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, que cuenta con más 213 mil miembros afiliados, reveló que Baja California sur se encuentra entre los 9 estados con mayor incidencias de extorsión conocida como “cobro de piso”.
El gobernador lo niega por que “no hay denuncias”, pero los pequeños empresarios lo viven.
En la lógica del gobierno, si no hay denuncias, es porque no existe.
La percepción vs la realidad.
Es claro que Baja California Sur se ve seguro cuando lo comparas con ciudades como Fresnillo, Zacatecas, donde el 94.7% de los ciudadanos dice sentirse inseguro, según la propia ENSU.
Es claro que Los Cabos, La Paz y Baja California Sur en general, como destinos turísticos requieren generar una percepción de seguridad.
Que se diga al mundo que la percepción de seguridad en Baja California Sur es de las mejores de México.
Pero que, en las mesas de seguridad del estado, los municipios y las que se comparten con la iniciativa privada, se trabaje en atacar la realidad.
