Luego de que de manera oficial el Instituto Estatal Electoral entregara las constancias de mayoría relativa y representación proporcional a las mujeres y hombres que integrarán la próxima legislatura en Baja California Sur, se han dado expresiones de la sobre representación que tendría el proyecto de la Cuarta Transformación en el Congreso del Estado por tener 19 de los 21 espacios en el Congreso local.
De acuerdo a los cómputos finales, la candidatura común “Sigamos Haciendo Historia”, integrada por Morena-PT-PV-NA, se alzó con el triunfo en los 16 distritos de mayoría relativa, es decir todos.
En el caso de los diputados por representación proporcional, mejor conocidos como “plurinominales”, el Consejo General, aplicando la fórmula que dicta la ley, asignó otros 3 espacios para partidos integrantes del bloque oficialista; uno para el PT, uno para el PV y uno para Nueva Alianza; dejando a la oposición con dos espacios, uno para el PAN y otro para el PRI.
Por ello, se han alzado voces que buscan que la oposición tenga más espacios en la próxima legislatura, por la llamada sobre representación.
La verdad es que en los hechos el ejercicio resulta ocioso.
Explico:
Para lograr la mayoría calificada, que sirve para generar cambios a la Constitución Política de Baja California Sur, aprobar presupuestos y contratación de deuda y el nombramiento de funcionarios estatales, la ley local prevé que haya una votación de 14 diputados locales o las dos terceras partes del Congreso.
Es decir, con 16 votos que logró en urnas el oficialismo, le basta y le sobran 2 votos para la mayoría calificada.
En los hechos con 16 o con 19, el oficialismo tendrá los votos para imponer cualquier decisión en la máxima tribuna de los sudcalifornianos.
La aplanadora ya es un hecho.
De hecho, en la presente legislatura, sin haber logrado el “carro completo” en la elección 2021, el oficialismo también impone mayoría, más aún con los cambios de bando de las diputadas, Gabriela Cisneros, quien llegó a despachar como secretaria general del PRI; Paz Ochoa, presidenta municipal electa de Loreto, por Morena y aliados, pero que llegó a ese escaño por el PRI; y Eda Palacios, quien repitió como diputada por el PAN y aliados, pero que hoy es senadora suplente electa por Morena.
Es decir en la realidad, la oposición sólo se quedó con tres espacios del PAN a la hora de las votaciones, pero que además se constituyeron en una oposición que ni siquiera en el discurso representó un contrapeso a los gobiernos morenistas del estado, Los Cabos, La Paz y Comondú.
Y para la próxima legislatura tampoco se prevé una oposición aguerrida en el Congreso del Estado, cuando los espacios del PAN y el PRI serán ocupados por los dirigentes estatales de los mismos partidos, Lupita Saldaña y Frabrizio del Castillo, respectivamente, quienes como cabezas de los dos principales partidos de oposición en Baja California Sur, tampoco representaron contrapeso a la 4T.
Si no tuvieron interés en presentar cuadros competitivos atractivos para el electorado en Baja California Sur en los distritos electorales locales y solo se preocuparon por generar espacios plurinominales, ¿para que le sirve a los sudcalifornianos más o menos diputados de oposición en el congreso local?
En un Baja California Sur sin contrapesos, no serán ni los diputados, ni los regidores, ni los partidos de oposición los contrapesos a la aplanadora oficialista.
Los contrapesos tendrán que salir de la sociedad civil organizada.
De las cámaras empresariales, de los colegios de profesionistas, de las asociaciones civiles y de los medios de comunicación independientes.
Entendiendo que contrapeso, no es oposición política.
