Desde mayo del 2019, la Educación Sexual se convirtió en México en un derecho constitucional al estar contemplado en el artículo 3 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en Materia Educativa.
La “educación integral en la sexualidad” como es definido actualmente, juega un papel fundamental en la sociedad ya que dota de “conocimientos basados en datos empíricos, habilidades, actitudes y valores que los empoderarán para disfrutar de salud, bienestar y dignidad”, según la UNESCO.
La licenciada en Psicología, especializada en Psicología Clínica y Psicoterapia por la UNAM, Master en Democracia y en Educación en Valores en Iberoamérica por la U. de Barcelona y formada en temas de sexualidad por la PROXEHUM, con estudios de género y feminismo, Heddy Villlaseñor, compartió en entrevista que la educación sexual en la entidad está rezagada y es ambigua.
“En Baja California Sur la educación sexual es ambigua, y tiene unos claro-oscuros bien marcados, si lo vemos del lado numérico, podemos decir que tenemos un rezago de 30 años comparado con ciudades de México y un rezago de 90 años con el norte de Europa”, dijo.
Y es que, a pesar de que se ha hecho el intento de aplicar la educación sexual en la Entidad, explicó que todo ha quedado en una “buena intención, pero mal procedimiento” ya que no hay capacitación del tema, tanto de maestros, como de personas en instituciones públicas que tienen que trabajar en estos temas, como de “profesionales” que, ni siquiera tienen una formación en la sexología y salud sexual.
“Las instancias públicas no han invertido en formar gente, salvo 2021 y 2022 que dieron talleres para servidores públicos, la rotación de personal que se hace cada cambio de administración es una problemática porque es temporal y no se continua con los avances obtenidos”, comentó.
Durante la pandemia, ha atendido un incremento de casos de abuso sexual, y violencia sexual en entornos familiares de hermanos mayores con hermanas menores, primas o sobrinas. Una de las variables es la falta de educación sexual, tanto de la familia por “echar” la culpa a la escuela de no informar sobre los temas, como de las escuelas por respaldarse de que esos temas se ven en casa, y al final quien termina educando es el porno.
Villaseñor enfatiza en que a la sociedad sudcaliforniana necesita un despertar en el tema, y no “espantarse” con las personas que se oponen ya que es una minoría ligada a intereses de ultraderecha que representan algunas religiones, sin embargo; el estado mexicano es laico y la educación es para la salud y ética del comportamiento sexual y el respeto a los cuerpos.
“La sexualidad no es nada, es lo que cada quien haga con ella, una fuente de amor, crecimiento, desarrollo…”