Consumidor de noticias y noticieros desde siempre, recuerdo en mis 9 y 11 años, a finales de los 80s y principios de los 90s, las noticias que llegaban de Venezuela hablaban, como en el caso de México en esos momentos de “un país en vías de desarrollo”, es decir un país que enfrentaba problemas de desigualdad social y problemas económicos, pero en términos generales con posibilidades de desarrollo y por ende, una calidad de vida de sus habitantes medianamente aceptable.
Para finales de los 90s y principios de los 2000s, en mi adolescencia fui testigo (desde México) del ascenso al poder de un líder popular, carismático y con un fuerte discurso a favor de los menos favorecidos en su país, además con los arrojos para posicionarse en contra del influyentísimo de Estados Unidos en América latina, Hugo Chávez.
En México vi surgir también un personaje con características similares, Andrés Manuel López Obrador, que desde la dirigencia nacional del PRD y después como jefe de Gobierno del entonces DF, arengaba contra “la mafia del poder”, se pronunciaba por los pobres de México y llamaba a un cambio de sistema político en México, por lo que en 2006, ya en mis 20s; en su primer intento para ser Presidente de la República, le di mi voto.
Para 2012, en mis 30s aquel líder carismático venezolano, había deformado en un dictador en toda la extensión de la palabra que había concentrado en su figura todo el control del estado y las instituciones de su país, con el control también de medios de comunicación y expropiaciones a la iniciativa privada de por medio. En México, Andrés Manuel López obrador volvía a tomar fuerza en su segundo intento como candidato a la Presidencia de los partidos de izquierda.
Para el 2018, en Venezuela ya había fallecido de cáncer Hugo Chávez pero ya había impuesto a sucesor, Nicolás Maduro; entonces las noticias que llegaban a México desde Venezuela era de un país sumido en la miseria, con imágenes de personas buscando comida en la basura, en tanto que en México 30 millones de mexicanos finalmente dieron su confianza a Andrés Manuel López Obrador y se convirtió en Presidencia de la República.
Durante los 5 años y meses del gobierno de AMLO, como periodista he documentado (de manera personal) muchas similitudes entre el discurso, narrativa y acciones de gobierno de la administración de Andrés Manuel López Obrador y todo lo que significado la llamada Cuarta Transformación en el País; y el gobierno de Hugo Chávez y hoy Nicolás Maduro.
En 30 años de mi vida, Venezuela pasó a ser de un país en vías de desarrollo por su riqueza petrolera a un país en crisis humanitaria, donde sus ciudadanos comen de la basura.
Por un gobierno en esencia y estilo muy similar al que inició en México en 2018.
Mi hijo hoy tiene 11 años, es decir la edad que yo tenía cuando desde las noticias veía a un Venezuela en vías de desarrollo, no quiero que cuando tenga 40 años, tenga que buscar comida de la basura.
El domingo, sal a votar.
*NOTA: En la segunda entrega de este trabajo de opinión, documentaré con base a inteligencia artificial las similitudes entre los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y Hugo Chávez.
