La Asamblea Feminista denunció públicamente la violencia patriarcal que sufrieron durante las manifestaciones del 25 de noviembre en la ciudad de La Paz, debido a negligencias, omisiones y abuso de poder perpetuado por policías municipales en contra de activistas.
Señalan que hubo tres casos en particular que quedaron documentados, que evidencian el abuso policial registrado en el “Día Internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres”.
La primera situación se reportó dese el inicio en el Parque Cuauhtémoc, cuando un sujeto comenzó a provocar a las manifestantes con comportamientos hostiles, roces y empujones mientras patinaba en medio de la protesta feminista.
A pesar de que se vio obstaculizó el uso comunitario del espacio público, elementos de la Policía Municipal hicieron caso omiso a los señalamientos de las mujeres.
“Una vez más las autoridades actúan de manera negligente hacia el derecho de las mujeres a expresar nuestras opiniones, demandas y exigencias”
Al llegar a la zona conocida como “las letras” del malecón de La Paz, una activista, como protesta contra la violencia, prendió fuego a una palapa en el paseo costero, sin embargo, un turista reaccionó con ira e intentó intimidar a las manifestantes.
“Lamentablemente, la situación escaló hasta llegar a la agresión física, donde derribó al suelo y pateó a la compañera que encendió la palapa, compañeras de la marcha intervinieron de inmediato para proteger y respaldar a la compañera agredida”, narró la Asamblea Feminista.
Como sucedió en el primer altercado, los elementos policiacos que estaban en el área no intervinieron en defensa de la activista que estaba siendo agredida, por el contrario actuaron sólo a favor del turista extranjero.
“Este lamentable incidente refleja la triste realidad y la violencia que nuestro sistema de seguridad pública ejerce contra las mujeres”, reiteraron.
En un tercer acontecimiento, denunciaron que agentes policiacos llevaron a cabo la desaparición forzada de una de las manifestantes, esto cuando ya había concluido la protesta.
Exponen que la activista fue detenida con lujo de violencia, en el interior de un negocio fue esposada por cinco policías hombres y una policía mujer sin dar explicación o fundamento del arresto.
