El 29 de septiembre, el novel político Jesús Alberto “Cheto” Alvarado, para celebrar su designación como presidente la Comisión Edilicia de Desarrollo Urbano del XV Ayuntamiento de Los Cabos, escribió en sus redes sociales:
“¡Vienen grandes proyectos y con su apoyo vamos a lograr un futuro más verde, sostenible y lleno de oportunidades para la juventud!”.
Esta expresión de “vienen grandes proyectos”, prendió luces rojas entre un sector de la ciudadanía, por que al tratarse del presidente de la Comisión Edilicia de Desarrollo Urbano podría interpretarse que con “grandes proyectos”, podría referirse el edil a nuevos mega desarrollos turísticos que abonen al caos urbano que se vive actualmente en el municipio.
Ahora bien, el joven regidor también podría referirse a “grandes proyectos” a otro tipo de proyectos de obras y acciones dentro de la administración pública municipal.
Pero como reza el dicho popular “la burra no era arisca, los palos la hicieron”.
Y es que ha sido precisamente desde la comisión edilicia que hoy preside y el Cabildo en pleno, desde donde se han dictado los más graves atentados contra el desarrollo urbano ordenado de Los Cabos.
Por propuesta de dicha comisión en los distintos ayuntamientos se han aprobado un sinfín de proyectos inmobiliarios y turísticos que exceden las especificaciones que marca el Plan de Desarrollo Urbano vigente, que “pasan” a revisión de los regidores y finalmente son aprobados, con pisos de más, en zonas destinadas a áreas verdes, sin garantía de disponibilidad de agua, etc.
Desde esa comisión se aprobaron los distintos proyectos que hoy han convertido un caos a una de las zonas de mayor plusvalía del municipio, como lo es El Tezal.
Desde esa comisión en tiempos de Vicente Fox, se aprobaron diversos proyectos inmobiliarios de vivienda social que no fueron otra cosa que un fraude al patrimonio de miles de familias cabeñas, ya que las casas eran de pésimo material y no se les cumplió en su mayoría lo que ofrecían las empresas constructoras.
Y en el agravio más grande hacia los que menos tienen, fue desde esa comisión, cuando la presidía la hoy síndica municipal, Nélida Alfaro Rosas, que se propuso y aprobó en Cabildo la construcción de los fraccionamientos Chula Vista y Puerto Nuevo, en “pichoneras” con espacios mínimos para las familias y en pleno cause de arroyo, de los cuales dos sucumbieron y se derrumbaron en las lluvias de la tormenta tropical lidia en el 2017.
Con la creación del Instituto Municipal de Planeación, en tiempos de René Núñez como Alcalde se buscaba que todo nuevo desarrollo inmobiliario o turístico tuviera una opinión técnica para determinar su aprobación, pero en la ley el IMPLAN quedó únicamente como un “órgano consultivo”, es decir lo que diga es solo una opinión, sin ninguna obligatoriedad por parte del Cabildo de sujetarse a sus dictámenes técnicos.
Así, el desarrollo urbano de Los Cabos se ha convertido en el botín de los cabildos, sin importar el color partidista.
Hechos que se han interpretado en muchas ocasiones como actos de corrupción cometidos por parte de los integrantes de Cabildo.
Por eso la Comisión Edilicia de Desarrollo Urbano en la integración de las comisiones de los Ayuntamientos, es la más peleada. Inexplicablemente los que presiden o integran dicha comisión son los que más cambian su estatus económico durante su gestión.
En su toma de protesta, el presidente municipal Christian Agúndez comprometió que la tercera actualización del PDU sería aprobada en los primeros 30 días de su gobierno.
La propuesta pasará y será presentada ante el pleno de Cabildo por la Comisión Edilicia de Desarrollo Urbano.
Que lo que se apruebe se respete en este cabildo y los que siguen.
El desarrollo urbano de Los Cabos ya no debe ser el botín de los cabildos.
