A dos años de la elección Federal, el PRI que forma parte del bloque opositor que supondría el contrapeso al Gobierno Federal y una opción al electorado que no es afín a la 4T, al final está bailando al ritmo que desde Palacio Nacional se les marca.
La cúpula priista en el país hoy pide la cabeza de su presidente nacional Alejandro Moreno Cárdenas, supuestamente por los pésimos resultados electorales del PRI en la reciente elección y los escándalos por audios revelados por la gobernadora de Campeche Laida Sansores que van desde supuestos moches de una empresa de cines durante una campaña, hasta posibles fraudes inmobiliarios y la repugnante expresión supuestamente en voz del líder priista de “a los periodistas no hay que matarlos con balas, hay que matarlos de hambre”.
Sin embargo esos mismos personajes priistas no movieron un dedo para impedir la llegada del propio Alito a la dirigencia tricolor, quien en radio pasillo se le relacionaba como un personaje afín a los intereses del Presidente de la República, lo que hace suponer que las “vacas sagradas” del PRI, se sentirían más cómodos bajo la sombra del poder de AMLO que con un dirigente combativo de oposición.
Lleva a pensar además que las largas colas que pudieran tener ex gobernadores, ex senadores, ex diputados y anexos, que piden la renuncia de Alito, están poniendo sus barbas a remojar ante la posible revelación de audios u otras informaciones que los relacionen a ellos en posibles actos fraudulentos o de corrupción durante sus encargos.
Pensando “mal”, con ello, estarían ayudando al Presidente a quitarle una pata al tripié que había conformado la oposición en 2021 y 2022 que al final le arrebataron la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, el control político de la CDMX, algunas gubernaturas y sobre todo, le cerraron la puerta a su ansiada Contrareforma Eléctrica.
Porque a dos años de la elección federal, en lugar de estarse hablando de un proyecto consolidado que sea opción para el elector que no simpatiza con el proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador y sus aliados, sobre la oposición, planas nacionales y columnas las ocupan desde hace más de dos semanas el destino de Moreno Cárdenas.
Es de cuestionarse por que la rebelión de hoy de las “vacas sagradas” priistas, ahora que el PRI se asomaba como partido de oposición a AMLO (Con todas sus desventajas y precariedades) y no lo hicieron cuando la presidencia de Moreno Cárdenas, fue más bien hasta cierto punto aliada o tolerante con la línea de López Obrador, que se llegó a hablar de un “PRIMOR” (PRI-Morena).
Entonces lleva a la reflexión si la cúpula priista en verdad busca refrescar su dirigencia para dar al electorado una mejor opción de partido que refuerce el bloque opositor o un líder que pueda seguir negociando lo que se tenga que negociar con el poder.
Al final, en el audio revelado por el propio Alito de su conversación con el ex gobernador de Chiapas y aliado de la 4T, Manuel Velazco, se dejó ver que había intención de diálogo y negociación de última hora por parte del Gobierno Federal a través del Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, a lo que se habría negado el propio Alejandro Moreno.
Mientras tanto el PRI bailando al ritmo que les marca AMLO y el electorado cada vez con una opción más lejana de un proyecto político opuesto a la 4T en el 2024.
