“La política es tan limpia que ni los políticos sucios logran mancharla; es tan grande que ni los políticos pequeños logran empequeñecerla” JRH.
En 1929 sé conforma como PNR, en 1934 cambia a PRM y desde 1946 bajo las siglas PRI (Partido Revolucionario Institucional), un partido político que logró aglutinar todos los espacios de participación y con ello potencializar su presencia en todos los escenarios gubernamentales, ejecutivos y legislativos, al grado que en 1963 el presidente Adolfo López Mateos para conceder espacios a la oposición en el Congreso de la Unión instituyó la figura de diputados de representación proporcional.
Hoy producto de malas prácticas, de intereses personales y de grupo por dejar de lado la militancia, el trabajo de base, la trayectoria y experiencia de sus cuadros y usar los órganos de gobierno para las tomas de decisiones que a las dirigencias en turno convengan, son acciones que algunos personajes practican deshonrado sus documentos y en ello lastimado al partido, razón por la cual se encuentra en la situación más crítica de su historia desde su fundación. En el 2015 aun gobernaba 19 Estados, del 2019 a la fecha su presencia es patética ya que de gobernar 11 entidades federativas fue derrotado en 8 gubernaturas, de los 500 diputados federales solo cuenta con 49 y 13 de los 128 Senadores. De las 32 entidades de la República, gobierna 3; Durango (en coalición con el PAN y PRD), Estado de México y Coahuila, Estados que el próximo año (2023) habrá de renovar sus ejecutivos estatales. Aun en esta circunstancia el PRI tiene en diferentes territorios del país presencia y militancia que junto a otras fuerzas políticas y la sociedad civil están llamados a defender lo hasta hoy logrado.
En un escenario nacional de caos, incertidumbre, ocurrencias gubernamentales, dobles discursos y cortinas de humo, sin resultados favorables para la mayoría de la población, donde el nepotismo, la falta de transparencia, la opacidad y corrupción donde morena y sus aliados siguen privilegiando el encono, la polarización y la división de los mexicanos, que pudiera antojarse como el marco ideal para actuar como una “oposición” potente y aguerrida que exhiba fortaleza de unidad y capacidad de organización e inclusión, no parece abanderar el malestar y coraje de todo un país, donde la mentira, el abuso de poder, la falta de oficio político, incapacidad e inexperiencia son prácticas diarias.
Los tiempos políticos y electorales siguen ganando terreno y los partidos políticos de “oposición” atrapados en la incertidumbre de enviar el mensaje que genere percepción positiva de lograr y tener la capacidad y posibilidad de construir escenarios legales de participación electoral
Cuando todo lo construido está en riesgo, los partidos políticos contrarios a morena y sus aliados deben priorizar el futuro, bienestar y desarrollo, dejar de lado las diferencias ideológicas, pasarlas a segundo plano y privilegiar a Mexico como es su obligación, lo que no solo es legítimo, sino responsable y necesario; sumar las fuerzas de la pluralidad para defender lo avanzado como País de instituciones.
Hoy la circunstancia y la coyuntura política llama a construir el puente necesario entre partidos y sociedad civil y demas fuerzas políticas para lograr acuerdos, a ser empaticos e inclusivos para lograr confianza a través de los perfiles que en su momento tengan sus candidatas y candidatos.
Es momento de decisión, de usar la fuerza de la política para construir los escenarios de participación electoral que exige la sociedad y toda la población.
Ánimo !!!
