Por: Angel Mora Rojo
Por décadas la iniciativa privada de Los Cabos, en particular quienes integran el sector turístico fueron un contrapeso importante para alzar la voz ante acciones de gobierno y legislativas que ponían en riesgo la principal actividad económica del estado.
Su firme participación e involucramiento fueron clave en más de una ocasión para frenar las intenciones del sector de la pesca comercial en su intento por liberar el dorado para su captura y pesca comercial, que tendría repercusiones catastróficas para un destino que tiene su pilar en la pesca deportiva.
Fueron enormes aliados sociales para frenar también la intención de mineras canadienses de instalar minas a cielo abierto en la Sierra La Laguna, que supondría la contaminación de los principales mantos acuíferos de Los Cabos y La Paz, pero que además era una actividad que no era compatible con el turismo sostenible.
Así también fueron firmes y proactivos para coadyubar con la autoridad a detener la ola de violencia que azotó Los Cabos y La Paz de 2014 a 2017 por pugnas entre grupos del crimen organizado, que ya empezaban a generar afectaciones en la imagen y percepción de los destinos de Baja California Sur como destinos seguros.
Y así a lo largo de las décadas, desde el estallido de Los Cabos como destino turístico, el involucramiento del sector turísticos en temas sociales como contrapeso, fueron de gran valor para contener o frenar acciones de gobierno o legislativas que podrían afectar el turismo y por ende la fuente de ingresos de la gran mayoría de los sudcalifornianos.
¡Vaya!, en su momento, hasta de sus voces salieron puntuales denuncias de corrupción por parte de autoridades.
Pero a la llegada de la 4T, se cambió la estrategia de contrapeso.
Ante los embates de los nuevos gobiernos federales y locales morenistas con repercusiones en el turismo, se ha optado por el silencio.
En ánimos de una mejor relación con el gobierno.
Y el silencio ha tenido sus costos:
1.- Se desapareció el Consejo de Promoción Turística de México, generando fuerte golpe a la competitividad de los destinos de México, incluyendo Los Cabos.
2.- Se destinaron los recursos resultantes de los impuestos turísticos federales a la obra del Tren Maya, sin ningún retorno para Los Cabos y Baja California Sur en materia turística.
3.- Desde 2018 no se han destinado recursos para ninguna obra de infraestructura turística en Los Cabos.
4.- La marina más importante del estado, la de Cabo San Lucas, quedó para su administración en manos de militares.
5.- Se cancelaron los recursos para mantenimiento carretero, con las visibles repercusiones en el corredor turístico Cabo San Lucas- San José del Cabo.
6.- Desapareció la figura de Fonatur, lo que tuvo efectos negativos inmediatos en el mantenimiento e imagen de los principales cuadros de Cabo San Lucas y San José del Cabo, ante la incapacidad de las autoridades locales de asumir la responsabilidad.
7.- Desde lo local, se incrementó el impuesto al hospedaje del 3 al 4%, usando el punto porcentual adicional para un fondo estatal de desastres, ante la desaparición desde lo federal del Fonden.
8.- Anteriormente el 80% del impuesto al hospedaje se destinaba a Fiturca, pero ahora el Congreso del Estado asigna el presupuesto anual al Fiturca, comprometiendo más la competitividad de Los Cabos ante otros destinos internacionales con bolsas más robustas para su promoción turística.
9.- Como nunca en los gobiernos cuatroteistas se han aprobado proyectos inmobiliarios turísticos que se contraponen al Plan de Desarrollo Urbano vigente, lo que ha generado un detrimento en la imagen urbana del destino.
10.- Se creó un impuesto para saneamiento ambiental cobrado desde los hoteles, cuyos recursos ha sido usados para obra pública y poco o nada para el saneamiento ambiental.
11.- Y todavía en días pasados desde la Cámara de Diputados, Morena y aliados decidieron de un plumazo eliminar la condonación del impuestos a pasajeros de cruceros, lo que se ha advertido que podría poner en riesgo el arribo de estos navío a Cabo San Lucas.
Esta demostrado desde el 2018 que el turismo no es una prioridad para los gobiernos de la Cuarta Transformación.
No hay una estrategia nacional por el turismo como motor económico para el país. A pesar de que está demostrado los destinos turísticos en el país, son de los municipios con mayores ingresos y calidad de vida para sus habitantes.
En sus 100 compromisos presentados en el marco de su toma de protesta, Claudia Sheinbaum, no mencionó uno solo por el turismo.
En el desdén por la industria sin chimeneas, la nueva secretaria de turismo del país, era la secretaria de turismo de Tlaxcala, que no figura entre los destinos turísticos más importantes del país.
Como contrapeso, el sector turístico de Los Cabos fueron escuchados y atendidos y fueron valiosos aliados para la sociedad y los propios gobiernos.
Con el silencio autoimpuesto, han sido atropellados.
Si buscan a la sociedad para defender sus empleos, seguramente los escucharán, más que a los políticos.
El silencio tiene altos costos.
Ante abusos e injusticias, el silencio no es opción.