Esta semana se registró en Balandra otro siniestro relacionado con el uso de embarcaciones en el Área Protección de Flora y Fauna (ANFF) en el que dos mujeres que practicaban buceo en la zona del emblemático hongo, resultaron lesionadas tras el impacto de una unidad turística.
De acuerdo con la narrativa de testigos que estuvieron cerca del área, la embarcación turística identificada como San Miguel III embistió a exceso de velocidad a las dos víctimas, quienes sufrieron lesiones de consideración con pronóstico aún reservado.
El hecho de que la embarcación San Miguel III entrara a zonas de Balandra a exceso de velocidad ya viola el reglamento de navegación establecido para la convivencia y manejo del Área Natural Protegida (ANP).
Se expone que el capitán de la embarcación no atendió señas y gritos de las víctimas, denuncian que tampoco les auxilió tras el impacto.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) ocultó el hecho por casi tres días hasta que familiares y amigos de las dos mujeres afectadas expusieron lo sucedido en redes sociales.
En diversas ocasiones se ha denunciado la ausencia de regulación en el tránsito marítimo en Balandra, recordando el incendio de la embarcación en agosto de 2022 que provocó un ecocidio por derrame de combustible que dejó inhabilitada la ANP al público por dos meses.
Amigos de las víctimas han denunciado que la empresa propietaria de la embarcación se ha negado a responsabilizarse de las lesiones, lo que ha desatado la protesta ciudadana en redes para exigir a las autoridades que hagan justicia y que dé una vez por todas regulen el tránsito marítimo en Balandra.
