En la contienda por la Presidencia de la República los equipos de las dos candidatas puntero, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez han generado una campaña de contraste, que no ha alcanzado a Baja California Sur.
A nivel federal a los votantes se les ha mostrado de manera muy clara que para la elección del 2024 hay dos proyectos políticos totalmente opuestos que representan cada una de las candidatas:
1.- Claudia Sheinbaum, de la coalición “Sigamos Haciendo Historia” (Morena-PT-PV) ofrece la continuidad del modelo de país que ha iniciado Andrés Manuel López Obrador, enfocado en programas sociales y la militarización del país, así continuar las polémicas obras del Tren Maya, la Refinería de dos Bocas, la mega farmacia y el aeropuerto Felipe Ángeles, pero sobre todo, una reforma constitucional para construir “el segundo piso de la cuarta transformación”.
2.- Xóchitl Gálvez, de la alianza “Fuerza y Corazón x México2 (PAN-PRI-PRD) por su parte propone el rescate de un país que ve sumido en la violencia, con serios rezagos en materia de salud, frenar la militarización y fortalecer las instituciones autónomas que han sido contrapeso del obradorato en este sexenio. Con un gobierno de coalición entre las tres fuerzas políticas más tradicionales del país, pero sobre todo con un gobierno ciudadanizado. En resumen, su principal oferta y objetivo es frenar el proyecto de la cuarta transformación.
Sin embargo, los candidatos a Senadores, Diputados Federales, Presidentes Municipales y Diputados Locales, representantes de ambos proyectos políticos en Baja California Sur, al parecer no les ha bajado la información de las campañas nacionales.
No hay contraste.
En la percepción, las campañas en Baja California Sur, pareciera que no han iniciado, cuando en realidad llevan casi 15 días en el caso de las campañas locales y más de 40 días en el caso federal.
Y no es que el electorado esté esperando “ver sangre” o que se inicie una guerra sucia entre candidatos, pero el contraste de ideologías genera interés en las campañas y por ende, en los candidatos.
El espíritu y objetivo de las campañas es que los ciudadanos definan su voto.
Más aún en un estado, donde por más de 2 décadas los sudcalifornianos han sido gobernados por la misma clase política, que en la gran mayoría de cuadros, saltan de partido en partido y el electorado en la presente elección los ve en el partido o coalición que combatían la elección pasada.
Más necesario aún se vuelve la diferenciación de proyectos.
Ahora bien, si dicen que sus campañas son de propuestas y no de ataques, tampoco es que alguno de los candidatos traiga propuestas frescas o de vanguardia, por lo que electorado desde hace más de una década prácticamente ha escuchado las mismas propuestas.
En el caso de La Paz, Rigo Mares como diputado local con claras intenciones desde el inicio de su gestión, de ser candidato a Presidente Municipal, no se ocupó a ser una voz crítica del gobierno de Milena Quiroga, dándole todo el espacio a la morenista para buscar su reelección y llegan a la contienda en igualdad de condiciones en percepción.
En Los Cabos, Ernesto Ibarra tiene enfrente al hijo del ex gobernador Narciso Agúndez, lo que le serviría para generar una narrativa de encarnar la resistencia al regreso del polémico Grupo Los Cabos, que cuenta con al menos 3 periodos en el Gobierno Municipal y a quienes podría señalar de haber sido responsables de muchos de los rezagos urbanos y sociales de Los Cabos.
Contrario a ello, en el caso de Morena, sigue inmerso en sus conflictos internos en Los Cabos, al grado que en una reunión con empresarios, Luis Armando Díaz, como candidato a diputado federal, soltó que Los Cabos ha tenido 5 años de abandono, mandando un “misil teledirigido” a Oscar Leggs, que mantiene su inconformidad por el desaseo en el proceso interno morenista y de paso a Armida Castro, su rival desde MC a la diputación federal, pero sin tocar el gobierno de Arturo de la Rosa, quien se ha reactivado políticamente y hasta reencontrado con su amigo y luego enemigo, Ernesto Ibarra.
Así, las campañas en Baja California Sur, pareciera que sólo están enfocadas a las redes sociales, a sacar fotos con el mayor número de gente posible.
Banderas, gorras y sonrisas. Sin propuestas firmes, sin contraste y sin emocionar a nadie.
Lo que no deben perder de vista, principalmente, los candidatos de “Fuerza y Corazón por México” y “Juntos por BCS es que en este proceso electoral en particular ellos deben ser los más interesados en emocionar a las masas para salir a votar, sobre todo, a la clase media que no sale a votar por una despensa.
Para nadie es desconocido que la campaña de Claudia Sheinbaum, está sustentada en el aparato de gobierno, principalmente en los programas sociales que por cinco años ha repartido el Gobierno Federal; lo que se presume alcanzaría a sus candidatos federales y locales.
En el caso de oposición, en recientes declaraciones Xóchitl Gálvez señaló que se necesita que el 62% del padrón electoral salga a votar el 2 de junio para lograr su triunfo.
En Baja California Sur ¿Cómo lograrán que los sudcalifornianos salgan a votar?
