Ciudad de México.– El Gobierno de Estados Unidos confirmó haber atacado y hundido cuatro presuntas embarcaciones del narcotráfico en el Pacífico mexicano, dejando un saldo de 14 personas muertas y una sobreviviente, en una acción que ha generado fuertes tensiones diplomáticas entre ambos países.
El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, declaró este martes que los ataques se realizaron el lunes en rutas marítimas conocidas por el trasiego de drogas, presuntamente utilizadas por grupos criminales mexicanos.
Según el funcionario, los operativos fueron ejecutados por unidades navales norteamericanas en aguas internacionales frente a las costas de Guerrero, a unas 400 millas (830 kilómetros) de Acapulco.
De acuerdo con la Secretaría de Marina (Semar), la búsqueda y rescate del único sobreviviente continúa más de 12 horas después de los ataques, con apoyo de un buque patrulla oceánica y un avión de patrulla marítima, tras la solicitud formal de la Guardia Costera de Estados Unidos.
En los primeros tres ataques confirmados murieron 8, 4 y 3 personas respectivamente, sin que se hayan revelado detalles sobre una cuarta embarcación también mencionada en el informe norteamericano.
“Las autoridades mexicanas aceptaron el caso y asumieron la responsabilidad de coordinar el rescate”, indicó Hegseth.
SHEINBAUM EXPRESA DESACUERDO Y LLAMA AL EMBAJADOR DE EE. UU.
La presidenta Claudia Sheinbaum expresó su rechazo a los ataques y anunció que solicitó una reunión con el embajador estadounidense en México, Ronald Johnson, para fijar la postura del Gobierno mexicano.
“Queremos que se cumplan todos los tratados internacionales y no estamos de acuerdo con estos ataques. Pedí que, en el marco del acuerdo de seguridad con Estados Unidos, se convoque al embajador para revisar esta situación”, declaró la mandataria.
Fuentes diplomáticas señalaron que México buscará esclarecer si los ataques vulneraron acuerdos internacionales o la soberanía nacional, mientras que la Secretaría de Relaciones Exteriores se prepara para emitir un pronunciamiento formal.
El hecho ocurre en medio de una cooperación bilateral en materia de seguridad y combate al narcotráfico, que ahora enfrenta una de sus mayores pruebas de tensión política y diplomática en los últimos años.

