Esta semana vi una película llamada “Radical”.
En serio se la recomiendo a todos, pero en especial a quienes tienen la responsabilidad de formar nuevos ciudadanos a través de la educación… a los maestros.
La película narra la historia real del profesor Sergio Juárez Correa, de una escuela en una comunidad perdida, junto a un basurero en Matamoros, Tamaulipas.
A principios de los 2010´s – a finales del gobierno de Calderón- el profesor llega a dar clases al sexto año de primaria, pero con el objetivo de implementar una manera “radical” de enseñanza:
En lugar de “imponer” conocimiento estructurado y rígido a los niños, la educación parte del propio deseo de lo que los estudiantes quieren aprender, es decir, aprovechar el ánimo y ansia natural de los niños por conocer cosas nuevas.
Dejarlos fluir y sólo darles las herramientas para acceder al conocimiento deseado. Guiarlos, nunca presionarlos a aprender.
La historia transcurre en un escenario de realidad de la educación pública en México de la última década:
– De niñ@s caminando entre cadáveres de la violencia entre cárteles de la droga.
– De niñ@s obligados a servir a los mismos cárteles.- De niñ@s sin esperanza de un mejor futuro, por una herencia de miseria económica a cuestas.
– De niñ@s que desertan a su educación.
– De maestr@s desmotivad@s y apátic@s.
– De una educación pública burocratizada y corrupta.
Sin embargo, con el método mencionado, emulado de Sugata Mitra, un reconocido experto de la India en educación desde la tecnología, Juárez Correa, contra todo pronóstico logra que su grupo, que había tenido pésimos resultados en la prueba Enlace antes de su llegada, lograra los primeros lugares del examen a nivel nacional.
Se trata entonces de una película inspiradora, de lo que se quiere, se puede y se debe hacer con la educación en México.
Una utopía de la educación pública.
Pero hay que volver a la realidad.
El 4 de julio pasado, la presidenta virtual electa, Claudia Sheinbaum para sorpresa de todos nombró al actual presidente nacional de su partido, Morena, Mario Delgado como quien será el titular de la Secretaría de Educación Pública en su gobierno.
Es decir, el encargado de diseñar e implementar las políticas educativas de su mandato.
De acuerdo a su currículo, Mario Delgado Carrillo es maestro en Economía, Secretario de Finanzas y de educación en el gobierno del DF de Marcelo Ebrard; Diputado Federal y Senador de la República y vocero de la campaña de AMLO en el 2018.
En un movimiento político, donde el magisterio fue pilar de su conformación, se esperaría que el nuevo titular de la SEP fuera un académico o un profesor de carrera, cuadros hay muchos en la 4T.
Entonces, ¿Por qué optar por el presidente nacional de un partido político?.
Un perfil político, en lugar de un perfil académico-educativo.
El análisis entonces lleva a pensar que con esta designación Claudia Sheinbaum busca “pisar el acelerador” al adoctrinamiento cuatroteista de la educación pública en México.
Las críticas de expertos en educación han señalado que la “nueva escuela mexicana” y más puntualmente los polémicos nuevos libros de texto gratuito incluyen textos con ideología política a favor de la 4T.
Una de las más grandes herramientas del PRI como partido hegemónico fue la educación pública, donde se exaltaban a los vencedores de la Revolución Mexicana, lo que formo por décadas a generaciones de mexicanos priistas.
Morena señala que la revolución fue la tercera transformación de México y ellos son la cuarta transformación.
Hoy como nuevo partido hegemónico, Morena podrá emular al PRI.
Un político a cargo de la educación pública, sin duda buscará implementar su ideología política en la educación.
Van por generaciones de nuevos morenistas.
