En 2018 millones de mexicanos y miles de sudcalifornianos votaron por un movimiento político que prometía ser “la esperanza de México”.
Morena, PT y Partido Encuentro Social (por que en ese entonces el Verde seguía de satélite del PRI) prometían a los mexicanos y a los sudcalifornianos gobiernos de cambio, cercanos a la gente y con alto sentido anticorrupción.
Cada quien tendrá sus valoraciones si a nivel nacional, es decir en la Presidencia de la República, el movimiento autodenominado de Cuarta Transformación ha cumplido con lo prometido en el mandato de Andrés Manuel López Obrador y lo que va del gobierno de Claudia Sheibaum.
No entraré en ese debate por ahora.
Circunscribámonos a Baja California Sur.
En Los Cabos y La Paz, Morena y aliados han gobernado durante dos trienios y van avanzadas las terceras administraciones cuatroteistas.
Armida Castro, Oscar Leggs y Christian Agúndez en Los Cabos.
Rubén Muñoz y Milena Quiroga, esta última reelecta en La Paz.
A nivel estatal; Morena y aliados gobiernan Baja California Sur por casi 4 años con Víctor Castro.
¿Y cuál ha sido el cambio de los gobiernos del PRI, el PRD y el PAN que gobernaron previamente?.
Prácticamente nulo e imperceptible.
Los problemas siguen siendo los mismos y algunos se han acentuado o han salido otros que no había.
Las personas siguen sufriendo por el desabasto de agua.
Las pipas que abusan del problema, siguen proliferando.
Muchas colonias siguen sin acceso a la red de drenaje.
Las personas se siguen quejando por problemas en la recolección de basura.
Se han ventilado posibles casos de corrupción.
La mayoría de las calles de las colonias e incluso en las zonas céntricas estas llenas de baches.
Los rancheros y pescadores se quejan por falta de apoyo.
Hay hechos de inseguridad.
Se incrementaron las desapariciones.
No hay medicinas en los hospitales del sector público.
Y por primera vez la carretera transpeninsular en varios puntos se ha vuelto intransitable.
En los hechos o los resultados de gobierno, para los sudcalifornianos el cambio del famoso “prianismo” sumado a los 12 años de gobierno del PRD, no ha sido un cambio significativo que se refleje en su calidad de vida.
Y el que por qué es fácil de explicar.
La gran mayoría de aquellos que han ocupado los principales cargos en gobiernos y el Congreso del Estado en los casi 7 años del ascenso al poder de Morena y aliados en Baja California Sur, son los mismos que participaron en las administraciones y legislaturas priistas, panistas y perredistas.
Por ello la forma de hacer gobierno, en esencia es la misma.
Podría cambiar el estilo, pero más por la respectiva personalidad de cada uno, que por proponer una forma diferente de hacer gobierno.
Y es que aquellos que sí tenían el ADN y la ideología de 4T, por convicción y no por interés, en 7 años, en cada elección han sido más desplazados y relegados de los gobiernos “de transformación” para darle paso a más de lo mismo.
Y los pocos que han accedido a espacios el gobierno federal, estatal, municipales o legislativos federales o locales, no han sido solidarios con sus compañeros para generar mayores espacios, simplemente se han acomodado en sus puestos y aceptado lo que se les impone políticamente.
En Baja California Sur, la esperanza de México ha sido un fraude.