La Paz, BCS.- La polémica obra de la “Puerta de La Paz”, inaugurada hace menos de un año con un costo cercano a los 19 millones de pesos, ya muestra severas fallas estructurales que pusieron en riesgo la vida de automovilistas el pasado sábado, cuando parte del material del techo se desplomó sobre la cinta asfáltica.
Videos difundidos en redes sociales muestran cómo trozos de emplaste de la parte inferior del arco se desprendieron debido al reblandecimiento del material. Según la autoridad municipal, esto ocurrió luego de que fueron robados los paneles solares instalados para la iluminación, lo que permitió filtraciones de agua con las lluvias recientes.
Un símbolo costoso y fallido
La “Puerta de La Paz” fue presentada como la nueva fachada de bienvenida de la capital sudcaliforniana, ubicada en el acceso sur de la ciudad y adornada con el lema “Bienvenidos a La Paz, Puerto de Ilusión”. Sin embargo, a los pocos meses de su inauguración, la estructura comenzó a registrar deterioros en pintura y acabados, alimentando las críticas ciudadanas sobre el gasto millonario invertido en una obra de carácter estético mientras la ciudad enfrenta problemas de infraestructura más urgentes.
Empresa constructora, bajo la lupa
El director general de Gestión Integral de la Ciudad, Carlos Rodríguez Malpica Nava, informó que la empresa constructora deberá asumir los costos de la reparación bajo la garantía de obra. Señaló que ya se presentó una denuncia por el robo de los paneles solares y que los trabajos de rehabilitación iniciarán “a la brevedad” para restaurar la estructura conforme al contrato.
No obstante, el incidente reabre el debate sobre la planeación, supervisión y pertinencia de este tipo de proyectos. Ciudadanos han cuestionado la calidad de los materiales, la falta de seguridad en la instalación y la decisión de destinar 19 millones de pesos a un monumento que, lejos de embellecer la ciudad, hoy representa un riesgo vial.
Indignación ciudadana
En redes sociales, usuarios calificaron la obra como “dinero tirado a la basura” y “un peligro para quienes circulan por la carretera”, exigiendo transparencia sobre la contratación de la empresa y sanciones por los fallos en la construcción.
Mientras tanto, la llamada “Puerta de La Paz”, que debía ser símbolo de identidad y orgullo, se ha convertido en un ejemplo de cómo una inversión pública millonaria puede terminar en un dolor de cabeza para la ciudadanía.