-Hacer Ley la participación política.
-Su impacto y toma de decisiones.
“La dirección es más importante que la velocidad. Hay muchos que van rápido a ningún lado…”
A menos de un año de estar en “funciones” los actuales servidores públicos tanto del ejecutivo, legislativo y ayuntamientos, cada vez intensifican más su proselitismo rumbo al proceso electoral 2024.
Poco importa la obligación y la responsabilidad de dar resultados y sobre todo cumplir promesas de campaña y avocarse a su responsabilidades y obligaciones.
Desbocados, generando “simpatías”, asistiendo a fiestas y festivales, cumpleaños y todo aquello que les permita generar percepción y lograr no pasar desapercibidos a la hora de la toma de decisiones. Y en esa velocidad que mueve la ambición a la participación política se pierden en ubicarse que al juego que van aún no tiene reglas y en este escenario van a ningún lado.
El tema de la reforma electoral es sin duda la dirección y ruta que los partidos políticos y aspirantes deben analizar y valorar para su participación donde queden claramente establecidas las reglas para el proceso electoral 2024, el qué, el cómo y el cuándo, los requisitos y obligaciones, que todo esté enmarcado dentro de la ley.
Urge que se dé certeza y seguridad para la participación, teniendo hasta Septiembre 2023 como fecha límite para modificar la ley en materia electoral, donde deben quedar claramente especificadas dentro de la Ley (y no como acuerdo, como actualmente está) las reglas de participación electoral; paridad, bloques de competitividad, alianzas, coaliciones y candidaturas comunes, reglamentación de candidaturas independientes, mandatar como obligatorio el que exista ratificación de firmas en registros y sustitución de candidatos, confirmar y perfeccionar la participación de grupos vulnerables, (Discapacitados, LGTB, Indígenas y Afromexicanos).
Y como dato, un ejemplo, actualmente existen tres diputados locales de estos últimos (Indígenas y Afromexicanos), espacios justos, válidos y reconocidos que en la reciente propuesta de la diputada Eufrosina López, propone aumentar y encabezar dentro de los RP a un o una integrante de su grupo que ellos elegirían a través de su consejo para que encabecen la lista y con ellos asegurar un escaño más para su grupo en el Congreso del Estado. Más los distritos 14 y 8 que están (por acuerdo del IEE) reservados para indígenas, así como el distrito 16 para afromexicano.
Es urgente también (aunque no sea tema de la reforma, pero si para la toma de decisiones) valorar lo que hace a la redistritación (distrito 14) por lo que implica que ciudadanos de cualquier partido político que deseen participar de antemano de no ser considerados indígenas no lo podrán hacer, lo que sin duda truncaría la carrera de personajes que han venido forjando su ruta de participación y peor aun si este distrito (14) queda ya con su nuevo espacio territorial enmarcado desde Santa Rosalía hasta Punta Abreojos. Y el distrito 13 en un extenso territorio que abarca desde Santa Rosalía, todo Loreto y la parte norte del municipio de Comondú.
Para lograr una reforma electoral amplia, participativa e incluyente es necesario se lleven a cabo mesas de trabajo, foros de participación, simposios electorales en tiempo y forma.
Trazar la ruta a 16 meses en que debe estar aprobada (septiembre del 2023) tomando en cuenta probables impugnaciones que llegarían a los órganos electorales para su apercibimiento y resolución (tribunales electorales, salas regionales y sala superior) por lo que lo ideal sería que los diputados tengan aprobada la Ley Electoral en el primer periodo de sesiones del próximo año.
A todos los partidos políticos pero más a la oposición les toca empujar, exigir y participar en su construcción, hacer ley las reglas de participación, procedimientos, requisitos, etc. Y a los legisladores que integran la Comisión de asuntos políticos del Congreso del Estado (Marbella González, Christian Agudez y Eufrosina López.) iniciar de ya con los trabajos que ayudarán entre todos a construir el dictamen que debe ser ley.
Hoy todos y todas juegan sin reglas y apostando en sus proyectos, aspiraciones y ambiciones.
Con una ley electoral debidamente consensuada e incluyente se dará certeza y se ubicaran los espacios de participación; Paridad, Bloques de competitividad, Alianza, Coaliciones y Candidaturas Comunes, Reglamentación de Candidaturas Independientes, mandatar como obligatorio el que exista ratificación de firmas en registros y sustitución de candidatos, confirmar y perfeccionar la participación de grupos vulnerables, (Discapacitados, LGTB, Indígenas y Afromexicanos.) entre otros muchos e importantes temas…
Hoy existen personajes que van rápido a ningún lado, más aún cuando no están ubicados en el escenario geopolítico electoral, no han previsto su impacto y sobre todo la toma de decisiones.
Ánimo!!!