Urge “lavarle la cara” a la alcaldesa de La Paz, Milena Quiroga.
Después de todo es la favorita del régimen actual en Baja California Sur para suceder en la Gubernatura a Víctor Castro en el 2027.
Desde el manual de la 4T para enfrentar crisis, se busca desestimar sin pruebas que no se cometió un delito en la contratación del artista Chayanne y de paso, señalar que se trata de un “golpeteo político” y que se está “malinformando”.
Por ello a partir de esta semana han circulado la versión que el propio fiscal anticorrupción del estado ha desestimado que en el polémico caso de la contratación de Chayanne, exista el delito de peculado, es decir el desvío de recursos públicos para beneficios propios o ajenos, según estípula el artículo 258 del Código Penal de Baja California Sur.
Para ello, se valen de un fragmento de una declaración realizada por el fiscal Lennin Ortiz, durante una entrevista con el periodista Jesús Taylor, en su programa radiofónico, el Mangle.
“Nosotros hablaremos de delito cuando el dinero se lo meta el servidor público; peculado, el uso ilícito de facultades, operaciones simuladas”.
Con ello, se pretende interpretar que en el “Chayannegate”, el fiscal descartaba este delito.
Por ello, vale la pena completar lo que dijo después el investigador en la misma entrevista.
Transcribo:
“EN ESTE CASO DE ESTE ARTISTA, PUES LA MATERIA DE INVESTIGACIÓN VA A SER ESO, si el servicio se contrató, si hay una contraprestación. En su momento lo que nosotros advertimos que tenemos que verificar, es si hay algún tipo de conflicto de interés entre la empresa que contrata con los servidores públicos que participan en la contratación de esa empresa…”.
Es decir, en la misma entrevista, el fiscal no descarta que haya ningún delito, si no que expone las diferentes líneas de investigación que del caso pudieran surgir.
Aquí el video (a partir del minuto 48 aprox) :
https://www.facebook.com/ElMangleNoticias/videos/4047623238847149
Incluso ayer el fiscal en otra entrevista, ratificó que la investigación en torno al caso sigue abierta “para esclarecer el hecho”.
https://www.facebook.com/politicadesudcalifornia/videos/440128408956111
Por otro lado, ayer el gobernador Víctor Castro también “salió al quite” y fue más allá al señalar en entrevista que en el caso de la contratación de Chayanne “alguien tiene un interés de malinformar”.
Si como señala el Gobernador, en torno al caso de la contratación del artista, se está malinformando, siempre les he dicho a los políticos que los vacíos de información se llenan con desinformación.
Y ellos han provocado un vacío en la información en torno al tema.
La única información oficial sobre el caso, fue un boletín expedido el 15 de noviembre por el Ayuntamiento de La Paz, que confirma que se hizo uso de 18 millones de pesos del erario público en un préstamo del Gobierno del Estado para pagar a una empresa el 50% de la contratación del artista por un total de 37 millones de pesos.
Dijo el Gobernador además que la contratación de artistas es algo común en los gobiernos para las fiestas populares como el Carnaval.
“Ella lo único que está haciendo es contratar un artista para el carnaval… quieren ponerle piedras en el camino”, en clara alusión a la carrera de la alcaldesa por la Gubernatura.
En este espacio de opinión comenté recientemente al hablar del caso que la contratación de artistas de talla nacional o internacional con recursos públicos para fiestas populares tiene una justificación social cuando son parte del espectáculo gratuito, por que para muchas familias representa la única oportunidad en sus vidas de experimentar un show de esa naturaleza.
La diferencia en el “Chayannegate” paceño es que el recurso público se utilizará para un evento privado cuyo costo del boleto oscila entre los mil 200 y 6 mil y tantos pesos, es decir un evento que no es para el pueblo, ni se puede considerar como parte del Carnaval como fiesta popular.
La Fiscalía Anticorrupción sigue investigando, no ha cerrado la carpeta.
No hay justificación para el clasismo y el uso de recursos públicos para eventos privados.
Muy débil la defensa.
