En una estrategia de comunicación política, institucional o comercial, existe un elemento que puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso.
El timing.
Es decir, escoger el momento más adecuado para el lanzamiento de una campaña, posicionamiento de un mensaje o anuncio de un producto.
Puedes tener la mejor campaña, el mejor mensaje o el mejor producto, pero si no eliges un timing correcto, existe gran posibilidad de fracaso.
Y eso es lo que le pasó a Milena Quiroga, cuando en plena alerta por “Raymond” realizó un evento en el que pretendía mostrar su “músculo” político en Los Cabos.
Si el evento se hubiera realizado otro día, no con un ciclón tropical amenazando el municipio que gobierna, el evento hubiera tenido un impacto significativo.
Me explico.
Por parte de Morena, Milena Quiroga se veía acuerpada del “ala” fundadora y la estructura política dentro de Morena de Víctor Castro.
Ahí estuvieron Daniel Torres, líder moral de Morena en Los Cabos, y de su mismo grupo, David Torres y Berenice Serrato, quienes desde antes de 2018 han sido operadores políticos de Víctor Castro en Cabo San Lucas.
Pero además, de San José del Cabo, en el evento estuvieron la regidora Petra Juárez, así como las ex diputadas locales que llegaron al Congreso por la “ola guinda” de 2018, Guadalupe Moreno y Rosalba Rodríguez.
Es decir, se trata del “ala” dura morenista que en 2018 promovió el voto en Los Cabos de Andrés Manuel López Obrador.
Por otro lado, estuvo la diputada Cristina Contreras, identificada con la CROC. Así como Samir Savín, delegado de los programas sociales federales en Los Cabos; es decir, el brazo político del morenismo.
Incluso ahí se le dio la bienvenida a Morena y al proyecto de Milena al tres veces candidato a la alcaldía, Ernesto Ibarra Montoya.
Y aunque sea polémica la suma de quien en la pasada elección fue candidato por el PAN, PRI, PRD, PRS y PH, es decir contra Morena y Aliados; la verdad es que en política la suma de un opositor es uno de los principales recursos para mostrar fortaleza de un candidato.
Además, no solo como ex opositor estuvo Ibarra, también estuvieron en el evento y se tomaron la foto Alberto Téllez y Manuel Olvera, quienes han participado en gobiernos del PAN y del PRD.
Es decir, en resumen en el evento Milena mostraba el apoyo de los morenistas fundadores; de la estructura política de Víctor Castro, de un personaje identificado con la CROC, del brazo político del régimen morenista y hasta de opositores a su proyecto por la Gubernatura.
Pero por el pésimo timing que escogió para realizar el acto político, a menos de 24 horas del impacto de un ciclón en el municipio que gobierna (según en ese momento los pronósticos), lo que tuvo como resultado fue indignación social.
En redes sociales se criticó el hecho que la alcaldesa de La Paz, estuviera presente en un acto político y no coordinando las acciones de preparación ante el inminente impacto de Raymond.
Más aún cuando ahora se tiene la tragedia nacional de más de 60 muertos y otros 60 desaparecidos en Veracruz, Hidalgo, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí por la mala actuación de las autoridades locales ante el alertamiento meteorológico sobre lluvias torrenciales, 72 horas antes.
Para su mala fortuna, en contraste, su principal rival político, Christian Agúndez difundía las acciones que su gobierno implementaba para enfrente la posible emergencia por la tormenta tropical.
Y hasta su competidora dentro del mismo Morena, la senadora Lucía Trasviña, publicaba también los apoyos de su parte a afectados por las lluvias en el estado, de la mano de las fuerzas armadas.
Pero lo más grave para Milena fue que sus acciones se interpretaron como soberbia, al no considerar la indignación social que causaría su asistencia a un acto político en momento de emergencia.
Y por otro lado de desesperación al tratar de mandar un mensaje de fortaleza en Los Cabos, donde no ha podido entrar como quisiera.
De mensaje de “músculo político”
A mensaje de soberbia y desesperación.
Políticos, cuiden el timing.