-La oposición, ni se oye ni se ve.
-“Solo siendo masoquista se acepta ser borrego; beeeee…” AMLO
Como esa masa popular amorfa, producto de traiciones, pertenencia de grupos, deslindes, divisiones partidistas, conveniencias políticas y ambiciones, con estas prácticas y sus antecedentes, ¿Cómo esperar orden, civilidad y democracia en Morena y su proceso interno?.
AMLO se queja y condena una y otra vez de lo que fuimos testigos en la contienda interna de su partido; “siempre las trampas, siempre la compra del voto, siempre el relleno de urnas, siempre el tráfico con la pobreza de la gente, siempre la falsificación de las actas, siempre el fraude”.
Las redes sociales dieron puntual fe del cochinero morenista de donde saldrán los tres mil delegados a su próximo congreso nacional ( 10 por cada uno de los 300 distritos electorales del país) y obvio de donde se definirá quien obtendrá la candidatura como “corcholata” presidencial.
Hubo evidencias de todo; de acarreo de militantes a los centros de votación, denuncias de presiones contra beneficiarios de programas sociales, entrega de dinero y despensas a cambio del voto por quien se les indicarán, votos de menores de edad, influyentismo para no hacer filas, relleno y quema de urnas, gritos y manotazos y otras lindezas … Acciones exhibidas y señaladas hasta por los más furibundos morenistas, como John Ackerman: “tenemos un proceso lleno de las viejas (ajá) prácticas del mapacheo de compra y coacción del voto” y que decir de la “desnudada” que puntualmente le da al proceso interno Ricardo Monreal.
Queda claramente exhibido el escenario que el peor enemigo de Morena es Morena, y que rumbo al 2023 y 2024 sus chantajes, marrullerías, amenazas y la segura participación de organizaciones criminales serán parte activa y operativa para lograr sus triunfos electorales.
En los 553 centros de votación afirman que votaron alrededor de 2 millones 500 mil personas, lo que implica que fueron 5 mil votos en cada uno en las 10 horas que funcionaron, y ya para seguir con la suspicacia y el morbo nos da que votaron 50 personas cada hora. Lo que dividido entre 60 minutos votaría aproximadamente cada 8 segundos. Esto, sería válido y claro si la instalación fue puntual, sin perder tiempo en revisión, interrupciones, y lo que les llevó afiliarse a algunos de los 3 millones que dice la dirigencia nacional lo hicieron este fin de semana antes de emitir su voto.
Y la oposición sin dar visos de existencia, como mudo espectador. Ni una palabra sobre el “cochinero” de su mayor adversario político en su proceso interno, del caos en las mesas de escrutinio, de la compra de votos, del mapacheo, de las golpizas en las urnas, etc.
Será que para la “oposición” pasó desapercibida la elección interna de Morena, sus incontables irregularidades, sus traslados masivos de votantes en vehículos oficiales, de las agresiones policiacas, de los publicitados disturbios registrados en las quemas de urnas en diversas partes del país, de la cancelación de casillas, de la entrega masiva de despensas, del relleno de urnas, etc…
La oposición sigue en su papel de observador, mientras Morena se mueve a toda máquina. A su modo; pedestre, a como toque para lograr su objetivo sin respetar lo establecido como norma y orden obligatorio de participación.
Queda claro que a Morena la democracia interna no se le da, a pesar de ser el partido que ha logrado más votos en los últimos cuatro años, de ahí su preferencia por las “encuestas” para exhibir la voluntad y decisión de quien manda.
Como sostener con todo este almanaque de actitudes antidemocráticas, su terquedad para que se deje en sus manos la Reforma Electoral y cumplir con ello su amenaza y objetivo de acabar con el INE y los OPLES para establecer elecciones de Estado.
O valdrá quedarnos en la incertidumbre con la tesis de Enrique Muñoz, done afirma que “Morena es una agencia de colocaciones donde participan personajes hambrientos de cargos, dinero y poder”
Y sí, no son iguales… son peores !!!
Tiempo al tiempo.
Ánimo !!!