El gobernador del Estado, Víctor Castro Cosío, expuso que la situación de estrés hídrico en la que se encuentra Baja California Sur no deja otra alternativa más que el recurrir a desaladoras para abastecer a la población del vital líquido.
A pesar que investigadores y académicos han evidenciado las consecuencias de desalar agua y que existen otras alternativas que deben aplicarse, el mandatario declaró que también se debe revisar las formas en que la escoria de las plantas desaladoras no afecte al medio ambiente.
“No hay agua, pero se va a tener que invertir en desalar el agua más adelantito ya. Si no hay otras alternativas de recargas, ya la crisis hídrica nos está llevando a límites muy complicados en Baja California Sur, en todas partes”
“Es la última opción, lo he comentado con ambientalistas. Vale más buscar la manera en que la salmuera no haga daño u otro tipo de vertederos al mar que no nos haga daño desalar el agua. No va a quedar otra opción porque no vamos a perder la vida teniendo el mar con la posibilidad de desalarla”, expresó.
Señaló que hay empresas que plantean apoyar con represas y otras obras menores, asimismo, aseguró, ya trabajan con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para desarrollar otra infraestructura.
“Una presa como ustedes saben se convierten aquí en evaporometros (sic), realmente lo que hace la presa. No hay lluvias, no hay un río que tengamos con una presa que tenga permanentemente agua. Son inversiones muy cuantiosas para la captación de agua realmente”, mencionó.
Académicos e investigadores recalcan que, históricamente, el Gobierno del Estado no ha aplicado obras o inversiones en programas alternativos, como plantas de aguas residuales, y simplemente se van por la opción más costosa y dañina para el medio ambiente como lo son las desaladoras.
