Cuando la XV Administración Municipal presentó su gabinete, comenté en este espacio de opinión que de los puntos positivos del equipo de trabajo del nuevo Presidente Municipal, era la inclusión de nuevos rostros, muchos de ellos jóvenes, en distintos espacios de responsabilidad como directores.
El mismo alcalde, Christian Agúndez supondría ese cambio generacional en los liderazgos políticos de Baja California Sur.
Estoy convencido que una “transformación con cambio” como reza el slogan del nuevo gobierno, pasa por las ideas de vanguardia en el ejercicio público que pudieran aportar nuevos servidores públicos.
Un cambio profundo en la forma de gobernar, no puede ser con los mismos.
Entre esta nueva camada de servidores públicos con responsabilidad de primer nivel, se nombró a Coral Valencia, como directora general en una de las áreas medulares para la gobernabilidad de municipio: La Dirección de Comunicación Social.
Con menos de un mes en el cargo, no ha habido la oportunidad para que la joven demuestre las capacidades y talentos que la llevaron a ocupar tan importante responsabilidad, sin embargo en el ejercicio comienza a exhibir su inexperiencia.
En lo que se puede interpretar como su propósito de no generar compromisos económicos con los medios de comunicación, ante el panorama financiero adverso que se ha señalado enfrenta el inicio de la XV Administración Municipal, la nueva funcionaria no ha reparado que muchos medios y sobre todo reporteros de calle, sólo buscan un acercamiento con la directora de Comunicación Social por la naturaleza de su trabajo de generar información.
Debe tener claro que para los medios de comunicación y para el reportero, una de las principales fuentes es el Gobierno Municipal, por lo que la relación reportero- dirección de Comunicación Social, es para cosas tan elementales como la agenda del Presidente Municipal y las actividades del día del gobierno en general.
La dirección de Comunicación Social no se trata sólo de la elaboración de boletines, ni del manejo de redes sociales, sino el área encargada de que la información derivada de las acciones de gobierno, se transmitan a la población de la mejor manera a través también de los medios de comunicación.
Seguro estoy que estos y otros detalles, la nueva funcionaría los irá afinando con la experiencia ganada en su responsabilidad.
Pero luego vino lo del accidente.
Hoy se sabe que la mañana del sábado pasado, la joven participó en un accidente de transito donde el vehículo que presuntamente conducía terminó por impactar contra la humanidad de una agente de tránsito, quien habría resultado con lesiones que no ponen en peligro la vida.
De los hechos hay fotografías y en una de ellas que se ha difundido, aparece la joven funcionaria en una blusa rosa.
Un accidente de tránsito es un hecho al que estamos expuestos todos los que conducimos un vehículo.
Si tras el percance se hubiera asumido con transparencia la responsabilidad y como cualquier ciudadano se hubiera sujetado a lo que dicta la ley, hoy se hablaría de una joven funcionaria que desafortunadamente se vio involucrada en un percance automovilístico.
Pero se optó por tratar de ocultar el hecho. Al grado que al día de hoy no hay una postura o versión oficial sobre el accidente.
¿Por qué tratar de ocultar?.
¿Quién le aconsejó a la joven funcionaria que se condujera de esta manera?.
Que entiendan todos los servidores públicos, ya es casi imposible ocultar un hecho, miles de ciudadanos con sus teléfonos celulares se han convertido en la más grande red de evidencia audiovisual.
Pero la cosa se enredó más para la joven directora:
Tras el accidente por coincidencia o no, se dio el despido de al menos 15 trabajadores del área de comunicación social por “pérdida de confianza”. Hoy se sabe sobre ello, que los despidos estaban programados desde la administración saliente como parte de los acuerdos en la entrega recepción.
Por otro lado, esta mañana trasciende que algunos han sido recontratados, pero bajo la firma de un “contrato de confidencialidad”, lo que hace cuestionarse ¿Por qué se requiere confidencialidad en un área donde se maneja información pública?. ¿Qué se tiene que ocultar?.
La nueva generación de funcionarios públicos, no pueden repetir las mismas mañas de los de siempre.
