Este fin de semana en el “relanzamiento” del PAN, el dirigente nacional blanquiazul, Jorge Romero anunció el fin de las alianzas electorales de su partido que había mantenido desde hace 5 años a nivel federal con el PRI y con el PRD.
De inmediato, su homólogo de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, salió a reafirmar: “nosotros menos”.
Para el panista tradicional, el anuncio de su líder nacional, seguramente fue bien recibido.
Y más por que en el anunció Romero dijo que en las candidaturas se privilegiará a los panistas.
Por fin, se cerrará la puerta en el tradicionalista blanquiazul a oportunistas políticos que ni de chiste conocen la doctrina panista. Como sucedió en Baja California Sur de 2011 a 2021.
Aunque en contraste, en este “nuevo PAN” cualquier “hijo de vecino” se puede afiliar como panista y hasta se puede registrar como aspirante a una candidatura a través de una App, sin filtros y sin requisito alguno.
La verdad es que la alianza política opositora a Morena que formaron PAN-PRI y PRD de 2020 a 2024 no fue una alianza exitosa.
A nivel federal, en 2018, en la elección que ganó Andrés Manuel López Obrador la Presidencia de la República y el final del sexenio peñanietista, el PAN gobernaba 12 estados, el PRI, 12, el PRD 1, MC 1, 1 independiente y Morena 5.
Es decir la oposición gobernaba 27 de los 32 entidades federativas.
Para el 2024, con 5 años de alianza opositora el PAN gobierna 4 estados (perdió 8); el PRI 2 (perdió 10), el PRD 0 (perdió hasta el registro nacional); Movimiento Ciudadano 2 (ganó 1); Morena 23 (ganó 18) y el Partido Verde 1.
Es decir, la oposición gobierna 8 de las 32 entidades federativas.
En Baja California Sur, la historia no es distinta.
Luego de que en el 2015 el PAN-PRS logró “carro completo” con las cinco alcaldías y 15 de las 16 diputaciones de mayoría relativa; para el 2018 perdió Los Cabos, La Paz y Comondú; así como la mayoría en el congreso local.
En la elección 2021 que fue la primera de la alianza local PAN-PRI-PRD, el PAN perdió Loreto y la alianza opositora solo se alzó con el triunfo en Mulegé, en tanto que en el Congreso del Estado, lograron 4 diputaciones por mayoría relativa y otras tres por plurinominales.
Y para 2024, sólo se conservó Mulegé y en cuanto a diputaciones locales no se logró una sola diputación por mayoría relativa, por lo que sólo hay una diputada del PAN y un diputado de PRI.
Para colmo de males, de los 7 diputados que logró la alianza opositora en 2021, a 2025 una, Paz Ochoa, despacha como presidenta municipal de Loreto por Morena; Eda Palacios, después de buscar ser candidata a senadora por el Partido Verde en 2024; en 2025 ya se afilió a Morena; y la ex presidenta del PRI, Gabriela Cisneros, hoy tiene puesto en el gobierno estatal morenista.
Así a nivel federal como local, es claro que la alianza opositora fue un fracaso.
Aunque en BCS, un fracaso también por las traiciones del 2021 y las simulaciones de 2024.
Sin embargo, ante la extinción de la alianza PAN-PRI-PRD, se había especulado a nivel nacional de una posible alianza entre las dos principales fuerzas opositoras de cara al 2027: el PAN y Movimiento Ciudadano.
Ahora que los dirigentes nacionales de ambos partidos, han dejado claro que ni madres, el panorama político del 2027 podría fortalecer aún más a la alianza oficialista Morena-PT-Partido Verde.
PAN y Movimiento Ciudadano, dividirían y se pelearían el poco o mucho voto opositor.
Sin alianzas y habiendo perdido gran parte de sus principales figuras nacionales y su militancia, al PRI se le condena a la extinción y a terminar el traslado de sus militantes y cuadros a Morena o Movimiento Ciudadano.
Sin oposición, Morena podrá tener más margen de maniobra para negociar y repartirse el pastel con sus aliados políticos de la 4T.
Incluso permitiendo que algunos estados queden en poder del PT o el Partido Verde.
El fin de las alianzas opositoras.
El mejor escenario electoral para la 4T.