La tarde de este jueves 11 de mayo, pepenadores del municipio de Los Cabos se manifestaron en el Congreso del Estado para exigir que se revise la Ley de Hacienda Municipal para evitar el cobro de un impuesto por generación de basura.
Jorge Rosales, presidente de la Unión de Recolectores y Recicladores de Los Cabos, precisó que en la Ley de Hacienda manejan una tarifa o impuesto de 4 a 6 salarios mínimos por cada tonelada de basura que saquen, sin embargo, desde que se implementó esta reforma en 2014 hasta el día de hoy no se ha cobrado dicho impuesto a los generadores de residuos.
“Los generadores son el sector hotelero, sector turístico, sector empresarial, sector comercio. Al día de hoy, este impuesto está ahí, pero no se ha cobrado”, precisó.
No obstante, señaló que el alcalde de Los Cabos, Óscar Leggs Castro, concesionó el relleno sanitario a la empresa Dorado Atardecer, organización que pretende cobrar este impuesto cuando tome la administración del basurero.
“Esto causa esta alteración porque nunca se ha pagado y ellos sí pretenden el cobro, pero de alguna manera también en la ley se establece que no está bien delimitado que el que entrega la basura tiene que pagarla, el tema de revisión es que nosotros no tenemos ninguna autoridad para cobrar ese impuesto”, reclamó el presidente.
“Los únicos autorizados para cobrar ese impuesto es el gobierno federal, estatal, pero ningún particular tiene esa facultad”, recalcó.
Exigen la revisión del artículo 119 en donde se establece la tarifa, ya que advierten problemas ecológicos y empresariales por el cobro de este impuesto en manos de particulares
“El impuesto, como lo manejan, creo que dañaría a toda la sociedad. Dice la ley que pague la basura quien la genere, nosotros no la generamos, sólo la transportamos. En ese sentido creo que dañaría a toda la sociedad en general”, enfatizó.
Por último, agregaron a las solicitudes que hicieron en el Congreso el que los pepenadores que trabajan extrayendo y separando materiales se les reconozca en la Ley de Hacienda Municipal de Los Cabos, porque ellos también saldrán perjudicados debido a que el relleno quedará en manos de un particular.