En la entrega anterior de este espacio de opinión planteaba que, en base a los hechos registrados durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador la llamada “cuarta transformación” parecía más la primera refundación de México. (https://hoybcs.com/para-la-reflexion-cuarta-transformacion-o-primera-refundacion/).
Señalaba que durante el mandato del tabasqueño, se había dado un desmantelamiento sistemático de las instituciones que son o eran pilar de la república democrática que se supone todavía somos, iniciándose con el sometimiento del Poder Legislativo y los máximos órganos electorales del país, la desaparición de los organismos públicos autónomos desde donde se hacían revisiones al ejercicio del poder y en pocos días el sometimiento del Poder Judicial y la pérdida total de cualquier contrapeso, pluralidad y equilibrio de las fuerzas políticas en las cámaras de Senadores y Diputados.
Planteaba que el nuevo proyecto de nación que propone la 4T, más que un cambio para mejorar las instituciones, muchas de ellas sí, históricamente corruptas, buscaría la refundación de México, primero dinamitando todo el andamiaje del sistema político- gubernamental existente y después sobre “sus cenizas” construir la utopía de nueva nación a los ideales de Andrés Manuel López Obrador.
Compartí además un pasaje de un diálogo sostenido con un verdadero creyente de la doctrina obradorista a quien le cuestioné allá por el 2018 si finalmente el proyecto de Andrés Manuel también fracasaba y llevaba al país a peores escenarios, ellos como fundadores de Morena estaban dispuestos a asumir su papel en la historia como parte de esa hipotética destrucción del país y la repuesta fue un simple “sí”.
Me queda claro entonces que los “duros” de Morena, esos que acompañan a Andrés Manuel desde el 2005, o que participaron en la fundación de Morena en 2014 e incluso quienes se sumaron a su campaña 2017-2018 tienen la legítima convicción ideológica que lo que se propone y ejecuta por el obradorato es el camino para lograr un mejor país.
En palabras del filósofo Enrique Peña Nieto, “no comparto, pero lo respeto”, porque se trata de convicciones ideológicas.
Pero hay otros neo morenistas o neo simpatizantes de la 4T en Baja California Sur, “chapulines” que militaron en el PRI o el PAN, que estoy seguro por que se los he escuchado, que no comulgan con la ideología obradoristas.
La pregunta es entonces a aquellos que despacharon como funcionarios federales o en espacios de representación popular en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Los que fueron funcionarios públicos o diputados locales durante el gobierno de Carlos Mendoza Davis, o en el gabinete y cabildo de Arturo de la Rosa y Armando Martínez.
O quienes despacharon como líderes del PRI que hoy ondean la bandera del partido verde.
Aquellos que de 2018 a 2021 fueron testigos del abandono del gobierno federal a Baja California Sur en mantenimiento carretero, que se pronunciaron contra la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México que afectó a Baja California Sur como estado inminentemente turístico o la desaparición del Fondo de Desastres Naturales desde un estado históricamente impactado por ciclones.
A quienes participaron en la campaña a la alcaldía de La Paz de Ricardo Barroso.
Les pregunto:
Andrés Manuel López Obrador, ¿ya no es un viejo loco?.
Claudia Sheinbaum, ¿ya no es la calca de AMLO?.
Los que conforman la 4T, ¿ya no son chairos tontos (con otras palabras)?.
La 4T, ¿ya no va a acabar con el país?.
Víctor Castro, ¿ya no es el peor gobernador que ha tenido Baja California Sur?.
Milena Quiroga, ¿ya no benefició a su familia con negocios desde el gobierno, ya no es corrupta?.
Oscar Leggs, ¿ya no es ignorante?.
Y repito la pregunta con el interlocutor de Morena de 2018:
Si el modelo de nación de Andrés Manuel López Obrador fracasa y lleva a la ruina al país, ¿asumirán su responsabilidad histórica como parte de esa hipotética destrucción?.
¿Le darán la cara a próximas generaciones y sus propios hijos y hasta nietos a los que hoy por intereses personales hipotecan su futuro obligándolos a vivir en un país con un gobierno autoritario?.
¿O de veras ya también creen en la cuarta transformación?
Es pregunta.
