En septiembre, el mes que concluyó hace unos días, los gobiernos morenistas en Baja California Sur cumplieron dos años, los mismos dos años de que la oposición de PRI, PAN y PRD en el estado quedó desaparecida.
Con base al acuerdo IEEBCS-CG050-JULIO-2022 celebrado por el Consejo General del Instituto Estatal Electoral el 14 de julio del 2022, el Partido Acción Nacional, el Partido Revolucionario Institucional y el Partido de la Revolución Democrática en Baja California Sur recibirían en el ejercicio 2023, 13 millones 521 mil 670 pesos de financiamiento público (es decir de los impuestos generados por los sudcalifornianos).
La tabla señala que en el caso del PAN, en total recibiría 4 millones 882 mil 768.78 pesos, en tanto que el PRI y el PRD, 4 millones 319 mil 450. 76 pesos, respectivamente ya que a ambos se les asignó el mismo monto.
Con dichos recursos, los partidos deben sostener sus actividades ordinarias permanentes, sus actividades específicas, promover el desarrollo del liderazgo político de las mujeres y sus franquicias postales.
Es decir, con ese dinero los partidos deben realizar trabajo de consolidación de su estructura, promover el crecimiento de su base de militantes, capacitar a sus simpatizantes, promover la participación política de las mujeres, abanderar causas sociales y crear nuevos cuadros para presentar las opciones más viables ante el electorado de cara a las elecciones del 2024.
Pero más importante aún, por tratarse de partidos de oposición al gobierno actual en Baja California Sur y a la mayoría de las alcaldías, tienen la responsabilidad mediante la crítica informada y constructiva, generar los contrapesos necesarios para fortalecer la democracia en el estado.
Contrario a ello, desde el 2021 cuando la alianza PRI-PAN-PRD perdió la gubernatura que ostentaba el PAN con Carlos Mendoza Davis, las dirigencias estatales de los tres principales partidos de oposición en Baja California Sur, prácticamente han desaparecido.
Con base a sus propias publicaciones en redes sociales y sus páginas oficiales, además de comentarios de sus propios correligionarios, en los comités directivos estatales de los tres partidos, se duerme el sueño de los justos.
No hay trabajo de estructuras, ni de promoción para incrementar sus afiliados (salvo penosos intentos desde lo local del PRI de sumarse a su jornada nacional de afiliación), ni de promoción política de la mujer y mucho menos la creación de nuevos cuadros.
El abanderamiento de causas sociales se ha quedado en meros pronunciamientos inertes, palabras al viento que ni siquiera son replicados en medios de comunicación locales y que no son acompañados por acciones de oposición contundentes, como si lo hicieron los morenistas como oposición al propio Mendoza Davis.
Así, la ciudadanía en la sudcalifornia ha tomado las banderas sociales y han ganado la calle en la defensa del INE y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, contra las declaraciones de ANP´s en rancherías de la sierra sudcaliforniana, contra los altos costos y la inestabilidad de la energía eléctrica, contra las condiciones de inseguridad de las mujeres y los feminicidios y han presentado iniciativas para proteger a las víctimas de abusos sexuales, desapareciendo la prescripción de cualquier delito de índole sexual sin importar la edad de las víctimas.
A las tres dirigencias partidistas de oposición en el estado les “pasó de noche” el segundo aniversario de los gobiernos de Morena y aliados en el estado y los municipios que administran; no hubo ni una línea o pronunciamiento señalando errores en obras y acciones de los gobiernos cuatroteistas.
Las dirigencias estatales del PAN, PRI y PRD sólo están enfocados en configurar sus partidos para lograr posiciones en su mayoría plurinominales para ellos y para sus familiares y amigos; algunos incluso en cuidar su trabajo aún ligado al gobierno.
No abanderan causas sociales, no construyen proyectos políticos, no crean nuevos cuadros, no generan contrapeso a los gobiernos.
Nada que sirva a los sudcalifornianos.
13.5 millones de pesos de los sudcalifornianos, tirados a la basura.
