Cabo San Lucas.- En su visita como invitado especial a pasada mesa de análisis del Grupo Madrugadores de Cabo San Lucas, el representante de la empresa que opera la planta de tratamiento de aguas residuales del centro de San José Cabo, César Guevara informó la propuesta de la compañía de comprar al planta por 260 millones de pesos y la eventual reubicación de la misma, sin que se determine aún el espacio para ello.
En primer lugar, el representante de Opex explicó que tras la entrega de la planta a Fifonafe, ésta firmó un contrato de prestación de servicio por un año, que se vence en diciembre del presente.
En ese sentido, abundó que en el mismo contrato se estipuló como opción la compra de la planta por parte de la empresa, por lo que dijo, han ofrecido a Fifonafe 260 millones de pesos y añadió que después de una reunión con la Asociación Recorrido Centro Histórico de San José están dispuestos a reubicar en menos de una década la planta si la compran, con el propósito de dejar de verter aguas residuales al estero josefino.
Además señaló que también podrían incrementar la capacidad de la planta hasta en mil litros por segundo.
Sin embargo, reveló que el Gobierno del Estado también ha alzado la mano para adquirir la planta, por lo que ha ofrecido a la dependencia del Gobierno Federal, 60 millones de pesos.
En su exposición y diversas respuestas a los cuestionamientos de los Madrugadores, César Guevara dibujó las graves condiciones que enfrenta el municipio en cuanto al tratamiento de sus aguas negras.
De entrada, comentó que, en el caso de la planta del centro de San José, tiene una capacidad de recibir 250 litros por segundo, pero llega a captar hasta 480 litros por segundo, explicando además que sólo el 20% de las aguas tratadas tienen salida por venta a desarrollos turísticos, por lo que el 80% de las aguas se vierten en las aguas del estero San José, en promedio hasta 300 litros por segundo.
Enfatizó que cuando fue construida hace más de 30 años, la planta daría servicio al polígono que conformaba el centro integralmente planeado de Fonatur, es decir el primer cuadro de la ciudad, la zona hotelera y algunas colonias cercanas a la zona centro.
Sin embargo, por la falta de planeación a lo largo de los años en los que no se construyeron suficientes plantas de tratamiento, resultó en el exceso de aguas negras que llegan a la planta de tratamiento de Fonatur.
Incluso, comento que en el caso de la planta La Sonoreña, ubicada en la ciudad lineal de San José del Cabo y que opera un particular para regar campos de golf, no tiene salida hacia un cuerpo de agua, por lo que en diversas ocasiones se cierra y las descargas llegan también a la planta de Fonatur.
Para concluir Guevara dejó en la mesa una reflexión relacionada a la nueva planta desalinizadora que se construye en Cabo San Lucas y que de acuerdo a las autoridades generará 250 litros por segundo, cuestionando donde se van a tratar las aguas negras que generara este volumen de agua adicional de la nueva desaladora.
