Ciudad de México.- En medio de una intensa polémica en redes sociales y medios de comunicación, Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador y actual secretario de Organización de Morena, salió al paso de las críticas por su reciente viaje a Tokio, Japón, y aseguró que su traslado fue una decisión personal tras “extenuantes jornadas de trabajo”.
A través de un mensaje publicado en sus redes sociales, López Beltrán denunció una supuesta campaña de desprestigio en su contra, orquestada por “adversarios políticos y conservadores”, a quienes acusó de enviar espías para fotografiarlo durante su estancia en el país asiático.
“Mis adversarios y los hipócritas conservadores que solo suelen ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, mandaron a sus espías a fotografiarme y acosarme”, escribió en Instagram.
El dirigente morenista calificó como “hipócritas” y “clasistas” a quienes, según dijo, han emprendido una “campaña de linchamiento político impregnada de odio y calumnias”. Detalló que el viaje fue costeado con recursos propios y negó haber utilizado aviones privados o del Ejército mexicano.
López Beltrán precisó que se hospedó en un hotel cuyo costo fue de 7 mil 500 pesos diarios, incluyendo desayuno, y no en el alojamiento de 50 mil pesos por noche que se ha señalado en redes. También afirmó que su salida del país fue informada a la presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde.
La polémica estalló el pasado 26 de julio, cuando el periodista Claudio Ochoa compartió imágenes en la red social X donde López Beltrán aparece desayunando junto al diputado federal Daniel Asaf en un hotel cinco estrellas de Tokio. En las fotografías se le observa portando una gorra negra y lentes oscuros.
En su mensaje, el hijo del exmandatario también arremetió contra lo que denominó “el hampa del periodismo”, a la que acusó de mantener una persecución política contra su familia desde hace décadas.
“Sí me importa que la gente que tiene confianza en nosotros no dude de nuestros principios y valores. No somos corruptos ni iguales a los de enfrente”, expresó. Y concluyó: “Vale la pena pagar una cuota de humillación cuando se lucha por una causa justa”.
La reacción de López Beltrán se produce en un contexto político sensible para Morena, que busca mantener la unidad interna rumbo al proceso electoral de 2027, en medio de crecientes cuestionamientos sobre la coherencia entre los discursos de austeridad y el estilo de vida de algunos de sus cuadros más visibles.