Para sorpresa de nadie, este fin de semana Rigoberto Mares Aguilar se alzó con el triunfo en la contienda interna por la presidencia del Comité Directivo Estatal del PAN.
A pesar de que la elección fue abierta a 2 mil 607 panistas afiliados en todo el estado, se tuvo participación de menos de la mitad; mil 120 votos se contabilizaron en las urnas, de los cuales, según los resultados oficiales Rigo obtuvo 707 votos, en tanto que su competidor, Jesús Méndez, 423.
Hay de dos sopas:
1.-O la elección interna panista no emocionó a nadie, por que el resultado era previsible, ya que Rigo Mares pertenece al mismo grupo político que se ha “apoderado” del PAN desde la llegada de Marcos Covarrubias y como se comentó en este espacio de opinión parecía que tenía “los dados cargados” desde el comité encargado de organizar el proceso.
2.-O el padrón de panistas afiliados en el estado no corresponde a la realidad de los militantes que le quedan al blanquiazul sudcaliforniano con las tres derrotas electorales al hilo de 2018, 2021 y 2024 en el estado y el vidente “chapulineo” de distintos personajes, en su mayoría ex funcionarios públicos a las filas de la 4T.
En 2021, en sus primeros días como diputado local de la pasada legislatura me reuní con él en su oficina y me manifestó su interés de buscar la candidatura a Presidente Municipal de La Paz, por su partido. Le comenté que tenía una gran oportunidad de convertirse en una voz de oposición real desde su escaño y desde ahí podría construir su aspiración.
Tenía la oportunidad de ser el contrapeso a la presidenta municipal morenista, Milena Quiroga y exhibir los desaseos de su antecesor, Rubén Muñoz, gobierno también emanado de Morena. E incluso lo que tocara para La Paz del Gobierno Federal y el Gobierno del Estado.
No lo hizo con contundencia, por lo que con su inacción, puso su “granito de arena” para “pavimentar” el camino de Milena Quiroga a la reelección, quien sin contrapesos, se presentó en la contienda con una percepción de buen gobierno, aunque los paceños vivieran otra realidad.
Rigo logró ser candidato, pero no le alcanzó para ganar a la clara favorita del Gobernador para sucederlo en el 2027.
Pero “haiga sido, como haiga sido”, la militancia panista este domingo le dio una nueva a oportunidad a Rigo Mares de encabezar el partido en el estado; encargo que ya había desempeñado de 2014 a 2018, como presidente interino y después presidente electo del Comité Directivo Estatal.
Ojalá la experiencia de su aspiración política de 2021 a 2024, le sirva para entender que Baja California Sur necesita una oposición que asuma su responsabilidad social de ser un contrapeso real al partido hegemónico que se ha convertido Morena.
Ojalá asuma un liderazgo real de los principales cuadros del panismo en Baja California Sur, como la presidenta de Mulegé, la Senadora de la República, el diputado federal, la diputada local y los regidores que les hayan quedado después de la elección de este año, sobre todo el de Los Cabos y el de La Paz y se conforme una agenda partidista de oposición en todos los frentes desde los ayuntamientos, el Congreso del Estado y el Congreso de la Unión.
Ojalá use los espacios dentro del Comité Directivo Estatal para abrirse a todas las corrientes dentro del panismo sudcaliforniano y no los entregue a sus amigos, compañeros de proyecto interno y menos, a quienes ya tienen otras responsabilidades de representación por el partido, como los propios regidores y legisladores.
Ojalá reconozca y le tienda la mano al panismo sudcaliforniano tradicional.
Ojalá en su presidencia el PAN tenga el hambre de ganar elecciones y no sólo apostar por la comodidad de los espacios plurinominales y a la simulación como en la campaña de Xóchitl Gálvez.
Ojalá reflexione que los partidos son entes públicos y no propiedades privadas.
Ojalá entienda que el PAN y los partidos contrarios al régimen que queden forzosamente se deben abrir a la ciudadanía para su participación política.
Ojalá el PAN en los nuevos tiempos de Rigo Mares esté a la altura del momento histórico que vivimos.
Ojalá sepa entender que es tiempo de una nueva oposición, una oposición desde la ciudadanía.