• La medida permanecerá vigente en tanto son corregidos los desperfectos
La Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) determinó que la venta de alimentos en la vía pública de La Paz y Los Cabos se suspende temporalmente en aquellas zonas donde se presentan derrames de aguas negras como consecuencia de las intensas lluvias de este domingo en el sur de la entidad.
Es una medida que se toma de manera preventiva con la finalidad de proteger a la población de las enfermedades diarreicas agudas (EDA) que pueden manifestarse con mayor severidad en las personas que se encuentran en los extremos de la vida, dijo el titular de la dependencia, José Manuel Larumbe Pineda, al señalar que personal de la institución realiza recorridos para identificar vertimientos y notificar la aplicación de esta medida a los comerciantes del ramo.
Es importante además que los vendedores de alimentos que laboran en zonas libres de fugas de drenaje realicen limpieza exhaustiva de las banquetas donde se ubican, con el uso de agua hiperclorada, a fin de reducir riesgos para su salud y la de los clientes, pero además deben llevar a cabo la desinfección de sus puestos y de los utensilios que emplean para la manipulación de comestibles y elaboración de los platillos, así como utilizar agua potable en estos procedimientos, añadió el médico.
Los preparadores de alimentos deben seguir medidas adicionales como el lavado frecuente de manos, presentarse con higiene personal, no estar enfermos, utilizar cubreboca, entre otras que garanticen la inocuidad de los comestibles a servir a las y los comensales, abundó Larumbe Pineda al convocar a la población para que ante cualquier irregularidad sanitaria en este tipo de comercios presenten su denuncia en el portal www.coeprisbcs.gob.mx, para que el personal de la institución realice las verificaciones correspondientes.
Finalmente, el comisionado estatal reiteró la recomendación a vacacionistas y población en general para que durante un periodo de cinco días se abstengan de ingresar al agua de mar en las playas de Los Cabos y La Paz, al tomar en cuenta que los lodos y desechos arrastrados por los arroyos crecidos por las fuertes precipitaciones desembocan en estas zonas litorales.