Telebachilleratos en Los Cabos en precariedad de condiciones laborales y escolares

*Docentes de los telebachilleratos denunciaron que se les descuenta parte del salario para seguro y otras prestaciones, además de no recibirlas ni siquiera les dan recibo de nómina

La precariedad de las condiciones laborales del magisterio de Baja California Sur los ha llevado a externar sus demandas en la esfera pública las últimas semanas con paros laborales. Los maestros que piden plazas y certeza laboral no son los únicos, un aproximado de 165 docentes de Telebachilleratos Comunitarios exigen pago de su salario, prestaciones y recibos de nómina.

Los Telebachilleratos Comunitarios iniciaron desde el 2013 como parte de un programa para dar respuesta a la alta demanda de la educación media superior del país. En Baja California Sur hay 55, de los cuales 14 están en Los Cabos, todos ubicados en centros u otros planteles como primarias.

Al igual que en las preparatorias, los Telebachilleratos tienen una duración de 3 años, con un sistema educativo por semestre, la diferencia de los bachilleratos está en que cuentan únicamente con 3 maestros, uno de ciencias exactas, otro de ciencias sociales y uno más de ciencias de la comunicación; y uno de ellos es elegido como encargado de la función administrativa.

Les descuentan el seguro y no se los dan

Desde hace unos días, los maestros de los Telebachilleratos Comunitarios sudcalifornianos se encuentran en paro laboral, denuncian que la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Secretaría de Finanzas rompió una minuta de acuerdos que habían establecido para dar certeza a sus condiciones laborales, tras la aparición del director de administración y finanzas de la SEP, René Nuñez.

El maestro responsable del Telebachillerato Comunitario 49, Armando Rosas explicó que ya pasaron 9 años en los que han trabajado en condiciones laborales deplorables y que a pesar de que están catalogados como trabajadores del Gobierno del Estado no se les paga en tiempo y forma, no reciben ISSSTE, ni prestaciones; pero sí se les descuenta parte de su salario.

“En el convenio financiero, (a través del cual opera el programa) hay tipificaciones que no se han cumplido, en realidad lo que estamos percibiendo no viene en el convenio En reuniones con las autoridades pedimos saber dónde está ese dinero que no se va directamente a la nómina de los docentes, ellos dicen que se va a las instituciones de seguridad social, pero tenemos seguro”, dijo.

Armando Rosas señaló que desde mayo estaban realizando reuniones, sin embargo, de repente les “cambiaron la jugada”. “Sí tuviéramos una base y una clave presupuestal no habría problema porque tanto las autoridades como nosotros, tendríamos la parte jurídica para determinar a donde se van los recursos”, añadió.

Por su parte, el maestro de Ciencias Exactas del Telebachillerato de 49, Daniel Muñoz expuso que nunca han recibido su pago de manera completa y como no tienen recibos de nómina para comparar sus pagos, desconocen que se les descuenta, “sólo sabemos que nos pagan porque nos depositan y firmamos una hoja”, aclaró.

“Sí los recibos de nómina no están timbrados por Hacienda, ahí viene la pregunta del millón, ¿Dónde está el dinero? ¿Dónde está el recurso que se ha dejado de percibir durante 9 años? Por eso decimos ya basta”, argumentaron los maestros.

Precariedad escolar

Un fuerte sonido de camiones de carga pasando, basura a donde voltees a ver, paredes grafiteadas y una puerta con 4 candados que indica que la escuela es saqueada constantemente, así luce el Telebachillerato Comunitario 49 en una de las colonias con más regazo y población de Los Cabos, Caribe Bajo.

El exterior sólo revela un poco de la precariedad del interior del plantel, donde el espacio falta, pero las ganas de superación sobran. El plantel cuenta con 3 salones, uno para cada grado, a pesar de que la capacidad es para 15 alumnos, la demanda y la intención de que los jóvenes no se queden sin su derecho al estudio hacen que los salones se llenen hasta con 40 personas.

Los maestros Jaime Méndez, Daniel Muñoz y Armando Rosas platican con tristeza y pena las innumerables veces que el plantel ha sido robado, desde los cables de electricidad hasta las puertas de los salones y las marcas de cristalazos en las ventanas. El lugar académico es la máxima expresión de vandalismo por la zona.

Las condiciones y la falta de infraestructura, como un baño sólo para mujeres y un espacio recreativo, no han impedido que los estudiantes tomen sus clases, aunque a veces se les observa desalentados, señalan los maestros, contribuyen para mejorar su espacio educativo, al punto de que los padres de familia han decidido dar una mayor cuota al semestre para ayudar y los mismos alumnos se ofrecen al mejoramiento, como un alumno que pondrá las puertas.

Es así como los alumnos y maestros sacan adelante su sitio de aprendizaje, con la esperanza de que sociedad y gobierno les voltee a ver.

Grace Gámez
Grace Gámez
Lic. en Comunicación y Publicidad, egresada de la Universidad de Tijuana. Contadora de hechos, choyera, curiosa, preguntona y alegre. Apasionada de las luchas sociales, las buenas pláticas y los gatitos. Para mí, el periodismo es la herramienta de la sociedad que debe ejercerse con responsabilidad y credibilidad.

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