La lucha porque sus seres queridos regresen a casa no sólo se queda en la búsquedas en campo que hacen madres, y colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, sino que continua hasta lograr que los restos sean identificados y entregados a las familias.
El pasado 25 de julio del 2024, el colectivo de Búsquedas San José del Cabo confirmó el hallazgo de 13 osamentas humanas en 9 fosas clandestinas ubicadas en un rancho de Cabo San Lucas. Tras el descubrimiento, la presidenta del colectivo, Rosalba Ibarra señaló que temen que los restos vuelvan a desaparecer en la burocracia.
Explicó que la burocracia que se hace a través del procesamiento del ADN y las entregas es muy larga y sin información, porque la autoridad de la Procuraduría General de Justicia del Estado no mantiene totalmente hermética y no se les notifica si los restos fueron identificados, en qué estatus se encuentra su entrega y si lograron entregarlos a sus familias.
“Es muy triste la situación porque incluso encontrarlos no significa que regresen a sus casas, significa otra lucha contra el bucle burocrático en las identificaciones y también la incapacidad que existe de las autoridades por hacer el trabajo. Yo supongo que no quieren que las carpetas pasen a homicidios y se manchen sus cifras de que no hay violencia”, dijo.
A pesar de que las personas enterradas de manera clandestina pudieron ser víctimas de distintos delitos, el colectivo expuso que de por sí, es una lucha encontrarlos y regresarlos a casa, más aún, exigir justicia, por lo que su única intención es pedir que sean identificados y entregados a las familias.