El anuncio que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en donde dio a conocer una inversión de 800 millones de dólares para la construcción de dos plantas termosolares para Baja California Sur marca el inicio de acciones reales para la transición energética de la Media Península.
Se trata de tecnología aprobada por especialistas, que señalan que son las primeras en su tipo que se construirán en México, convirtiendo a Baja California Sur en un laboratorio de energías limpias.
La titular de la Secretaría de Energía, Claudia Elena González, reiteró que es la primera vez que se implementará este tipo de tecnología en la República, esto dentro del del Plan Estratégico de Fortalecimiento y Expansión del Sistema Eléctrico Nacional 2025-2030.
Ante el déficit energético que la entidad ha presentado en los últimos siete años, el Gobierno Federal pretende reforzar el abasto de energía debido al crecimiento que registra Baja California Sur, que ha colocado contra las cuerdas a la población con apagones que se reportan principalmente durante el verano.
El subsecretario de Planeación y Transición Energética, Jorge Islas Samperio, aseguró que las dos termosolares generarán 100 MW que se incorporarán al sistema eléctrico estatal, sin intermitencias y con capacidad firme.
Además, las centrales tendrán capacidad de almacenar energía térmica para seguir produciendo durante la noche.
“Son proyectos con fuentes renovables de energía que contribuyen de manera central a nuestra soberanía energética y al cumplimiento de compromisos de mitigación del cambio climático, y colocan a nuestro país en la vanguardia”, informó.
Entre los beneficios, Baja California Sur iniciará una transición energética para abandonar la dependencia de combustibles fósiles para generar electricidad, una de las principales demandas de especialistas en el sector.
Sin embargo, esto no será de un día para otro. Tomará hasta 48 meses la construcción y licitación de la obra y aún no definen dónde se instalarán las termosolares.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) precisó que requieren de una superficie de hasta 400 hectáreas, es decir 4.8 hectáreas por cada MW que producirán las centrales.