TODOS SANTOS… “AGENDAS OCULTAS”

En la pasada entrega de este espacio de opinión hablaba del ejercicio de protesta ciudadana que se vivió el pasado sábado en Todos Santos en defensa del oasis, sus accesos a las playas y sus recursos como el agua.

De manera privada tuve retroalimentación y opiniones sobre lo que escribí, lo cual agradezco porque creo que lo que se escribe desde un espacio de opinión, debe ser debatido, incluso creo que es el espíritu mismo del periodismo de opinión.

Ahora bien, es importante reiterar que aún no tengo los elementos suficientes, porque los estoy recopilando y estudiando para ser contundente en señalar los posibles daños medio ambientales y sociales que supondrían para Todos Santos los proyectos turísticos de Palmoral y Cabo Santos.

Por ello, mi opinión de ayer la centré en el hecho que lo que se tiene es un movimiento social, motivado por el hartazgo de los sudcalifornianos nativos y por adopción de ver como las autoridades de los tres niveles de gobierno, desde sus escritorios cambian la realidad de las comunidades al ajustar la ley y los planes de desarrollo a favor de la inversión privada cerrando accesos a playas y caminos costeros, privilegiando los intereses de los desarrolladores, por sobre los intereses del pueblo.

Y es un sentimiento que se extiende por todo Baja California Sur.

Insisto, no se está en contra de la inversión o del desarrollo, se está en contra del abuso y la falta de transparencia.

En ese sentido, y agradezco, varias personas me escribieron para decirme que lo vivido en Todos Santos el sábado tiene una “agenda oculta”.

Es decir que había intereses, incluso “perversos” de proyectos políticos.

Se me dijo que la protesta “había sido provocada por gente de Christian Agúndez, para golpear mediáticamente a Milena Quiroga”, en su competencia política por la gubernatura en 2027.

Se me dijo que los ejidatarios y la gente de Todos Santos, no habían participado en la protesta y que era gente de Los Cabos, la que marchó.

Paréntesis.

Esto me recordó cuando hace aproximadamente 6 o 7 años, investigué y escribí sobre un pastor religioso que tenía bajo su encargo un orfanato ahí mismo en Todos Santos, quien había violado a varios niñas y niñas bajo su cuidado durante varios años.

Entonces algunas personas se me acercaron para decirme que con lo que yo publicaba ayudaba a una tercera persona que disputaba un terreno con el pastor y el mismo albergue.

Con todo respeto, a mi me valía madres el terreno.

Si con lo que publicaba había o hubo alguien que obtuvo un beneficio en ese sentido, era lo que menos me importaba, lo importante era denunciar públicamente al pederasta, quien finalmente fue detenido y procesado penalmente.

Sigo con lo de la marcha del sábado en Todos Santos.

No nací ayer. He ejercido el periodismo por 20 años y he vivido en las mesas de redacción desde los 17 años.

He cubierto y documentado decenas de protestas y movimientos sociales.

Y una virtud del periodismo sirve precisamente para esgrimir bajo la investigación y el análisis de hechos, cuando un movimiento es legítimamente social y cuando simplemente es un instrumento de golpeteo político.

Y sí, en toda protesta o movimiento social hay personas que participan y que tiene agendas ocultas, incluso muchas veces por golpeteo político y es probable que en lo de Todos Santos no sea la excepción.

Pero no por esas “manzanas podridas” un movimiento social pierde su legitimidad.

La causa no deja de ser justa.

Y estoy seguro que la gran mayoría de quien dedicó su tiempo para protestar en Todos Santos, no lo hizo para “golpear políticamente” a una aspirante a la gubernatura.

Estoy seguro que en su gran mayoría mujeres, hombres, jóvenes, niñas y niños lo hicieron bajo la firma convicción de visibilizar su preocupación por su entorno.

Insisto, no sólo por lo que sucede en Todos Santos, sino en todo Baja California Sur con el modelo de desarrollo turístico exclusivo.

Por eso, que bueno que además de todo santeños, hubo quien se desplazó desde Los Cabos o La Paz para apoyar de manera legítima.

Que bueno que haya solidaridad fraterna de los pueblos ante lo que se presume un riesgo al patrimonio público.

No caigamos en el juego de desvirtuar un movimiento social por intereses políticos.

A autoridades y demás interesados lo mejor que les puede pasar es que un movimiento social se desvirtúe.

Dejemos a los políticos con sus intereses.

El pueblo está por las causas.

Y las causas son las que importan.

Seguimos.

Ángel Mora Rojo
Ángel Mora Rojo
Reportero, periodista de investigación, analista y asesor en estrategias de comunicación. Creo en la comunicación como medio para prevenir y resolver cualquier conflicto y en el periodismo y la información como la más poderosa herramienta para conformar una sociedad moderna, incluyente y democrática y sobre todo contra cualquier tipo de abuso de poder público o privado. NO SE MATA LA VERDAD MATANDO PERIODISTAS.

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