Ciudad de México.– La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, condenó el acoso sexual del que fue víctima mientras caminaba por las calles del Centro Histórico de la capital y confirmó que presentó una denuncia formal contra el agresor, identificado como Uriel “N”, quien ya fue detenido y puesto a disposición de la Fiscalía de Investigación de Delitos Sexuales.
De acuerdo con el Registro Nacional de Detenciones, el hombre fue aprehendido la noche del martes 4 de noviembre, alrededor de las 21:00 horas, en la colonia Centro, alcaldía Cuauhtémoc, cerca del Palacio de Minería.
El hecho quedó registrado en videos difundidos en redes sociales, donde se observa a un sujeto vestido con camisa de manga larga y pantalón oscuro que se acerca a la presidenta, le da un beso en el cuello y la abraza sin su consentimiento, mientras Sheinbaum conversaba con otras personas. Uno de sus acompañantes intervino para alejar al individuo.
Durante su conferencia de este miércoles, la mandataria calificó el hecho como inadmisible, subrayando que su experiencia refleja una realidad que enfrentan miles de mujeres en el país.
“Si eso le pasa a la presidenta caminando por la calle, ¿qué no le pasa a otras jóvenes y mujeres? No podemos dejarlo pasar como si fuera cualquier cosa”, expresó Sheinbaum.
La presidenta explicó que el incidente ocurrió cuando salió de Palacio Nacional hacia la Secretaría de Educación Pública para asistir a un evento y que el sujeto, aparentemente bajo los efectos del alcohol, también acosó a otras mujeres en la misma zona.
Sheinbaum anunció que impulsará una reforma para que el acoso sexual se considere un delito penal en todos los estados de la República, así como una campaña nacional de prevención y sensibilización.
“Esto no debe ocurrir en nuestro país, y no lo digo como presidenta, sino como mujer. Nadie tiene derecho a vulnerar el espacio personal de otra persona”, declaró.
Por su parte, la Secretaría de las Mujeres (SEMUJERES) condenó el hecho, recordando que “lamentablemente ninguna mujer está exenta de vivir acoso sexual en México” y subrayó que “la cercanía de la presidenta con el pueblo no puede interpretarse como una oportunidad para invadir su espacio personal ni cometer contacto físico sin consentimiento”.

