Uruapan, Michoacán.-Este lunes se cumplió un mes del homicidio del exalcalde de Uruapan, Carlos Manzo, asesinado el pasado 1 de noviembre durante el Festival de las Velas. Aunque las autoridades han anunciado avances importantes, el móvil del crimen sigue sin aclararse, mientras la investigación revela presuntos vínculos entre los responsables y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Un ataque directo y coordinado
De acuerdo con los reportes oficiales, Manzo —conocido como “El del Sombrero”— recibió al menos seis disparos a corta distancia. El agresor material, un joven de 17 años, fue abatido en el lugar por los escoltas del exalcalde.
A lo largo de noviembre, la Fiscalía logró detener a nueve personas, entre ellas un supuesto autor intelectual y un reclutador de los menores que habrían participado en el ataque. También fueron arrestados siete de los ocho escoltas asignados a Manzo, quienes permanecen bajo investigación.
El único integrante del equipo de seguridad que no ha sido localizado es José Manuel Jiménez, identificado como coronel del Ejército y jefe de escoltas, quien hasta ahora permanece prófugo.
Los detenidos: reclutadores, operadores y escoltas
Uno de los personajes clave capturados es Jaciel Antonio “N”, alias “El Pelón”, detenido el 24 de noviembre gracias a una llamada anónima al 911. Según las autoridades, habría reclutado al menos a dos de los menores participantes en el ataque.
Días antes, fue vinculado a proceso Jorge Armando “N”, alias “El Licenciado”, señalado de coordinar el atentado a través de WhatsApp con los dos adolescentes implicados. Según la fiscalía, habría ofrecido pagos económicos por la ejecución del crimen. Actualmente fue trasladado al penal federal de máxima seguridad “El Altiplano”.
Los fiscales revelaron que una persona cercana a Manzo habría operado como infiltrado, alertando a los atacantes de los movimientos del exalcalde durante la noche del homicidio.
El crimen, ligado al CJNG
De acuerdo con los mensajes presentados en la audiencia, el homicidio fue ordenado por un jefe criminal apodado “El Patrón”, quien habría ofrecido dos millones de pesos por la ejecución del atentado. La investigación identifica al CJNG como la organización detrás del asesinato.
El sistema de seguridad falló
La muerte de Manzo ocurrió pese a que durante meses el exalcalde había solicitado refuerzos de seguridad. Tras el asesinato, el Gobierno Federal desplegó el llamado “Plan Michoacán”, aunque la nueva alcaldesa ha insistido en que el operativo es insuficiente si no se mantiene de manera permanente.
El legado político: continuidad en medio de la crisis
Tras el asesinato, su esposa Grecia Quiroz fue designada alcaldesa y asumió la bandera del movimiento iniciado por Manzo. Ha reiterado que cumplirá los compromisos políticos que él dejó pendientes.
Sin embargo, su administración ha estado rodeada de señalamientos y críticas, incluida la del morenista Gerardo Fernández Noroña, quien la acusó de lanzar señalamientos “irresponsables” contra actores políticos de Michoacán. La alcaldesa respondió con una frase atribuida a su esposo:
“Si los perros ladran, es señal de que vamos muy bien”.
Un mes después: preguntas sin respuesta
Pese a las detenciones y la identificación de vínculos criminales, las autoridades no han esclarecido el motivo detrás del atentado ni la estructura completa que operó el asesinato de Manzo.
Mientras tanto, Uruapan y Michoacán continúan bajo un despliegue especial de seguridad, sin una garantía real de que hechos como este no se repitan.