Concluye marzo y como sudcalifornianos debe de quedarnos una gran reflexión:
La violencia hacia las mujeres está enraizada en todos los sectores de la sociedad en Baja California Sur… TODOS.
La Asamblea Feminista de Baja California Sur había publicado hasta ayer más de 300 casos de presuntas víctimas de acoso, abuso sexual, violaciones, violencia doméstica y pederastia contra mujeres, contra jovencitas, contra niñas.
Leí cada una de las publicaciones; terminé asqueado.
En el tendedero virtual de acosadores y abusadores se exhibió a profesores de todos los niveles de enseñanza o disciplina, médicos de todas las especialidades, periodistas, ingenieros, arquitectos, trabajadores de hotel, ejecutivos de empresas, funcionarios y ex funcionarios públicos, empresarios, militares, policías, instructores de gimnasio, albañiles, meseros, karatecas, padres, hermanos, tíos, primos.
Aberrantes historias de mujeres que desde la seguridad del anonimato, describieron abusos, acosos y violaciones que sufrieron desde su más tierna edad, de 6 o 7 años, abusadas, acosadas por el tío, el primo, el amigo de la familia; el amigo que aprovechó su estado de ebriedad para abusar de ellas, el profesor que proponía intercambiar calificaciones por favores sexuales, el jefe que acosa y abusa, el ginecólogo que las tocó indebidamente, el psicólogo que se aprovechó de su vulnerabilidad, el agente del MP encargado de integrar su denuncia que las termina acosando.
El reportero de HOY BCS, Gilberto Santisteban publica hoy una nota donde advierte que más de 50 docentes hombres, de todos los niveles de enseñanza, del sistema público y privado fueron exhibidos en su mayoría por acoso y abuso sexuales, muchos de ellos con menores de edad como víctimas; por su parte la Secretaría de Educación Pública del estado, cuestionado sobre el preocupante hecho señala que no separa a los docentes señalados, por “no ser injustos”.
Lo más grave, según los propios relatos, es la indiferencia, ostracismo, burocratismo de las autoridades judiciales cuando se presentan las denuncias.
Lo más preocupante, que muchos hombres e incluso mujeres asumen la defensa de los abusadores por sobre la de las víctimas. “Yo lo conozco, es buena persona”; “La mujer llega hasta donde el hombre quiere”, se lee en comentarios de algunas publicaciones.
Lo que más indigna, la impunidad en la gran mayoría de los casos.
Revictimización de las mujeres acosadas, abusadas y violadas.
Por parte de la autoridad… y la propia sociedad.
Hoy es claro por qué el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, las mujeres rompen cristales, hacen pintas, gritan consignas a todo pulmón.
Hoy queda claro que sí existe en Baja California Sur un sistema heteropatriarcal, un estado abusador y una condición de privilegio de los hombres.
Las mujeres están enojadas, con razón.
Si de cada 3 mujeres una ha sufrido violencia de algún tipo, si están abusando de niñas, si están violando jovencitas, si están golpeando novias y esposas… si las están matando.
Una sexualidad sana es parte fundamental del sano desarrollo de los seres humanos; durante el abuso sexual y la violación se atenta contra la máxima intimidad de las personas, las víctimas sufren consecuencias psicológicas graves; una víctima de delitos de naturaleza sexual se siente rota.
Este mes vimos a una ex regidora confrontar a su presunto abusador en el Congreso del Estado, en una legislatura con mayoría de mujeres y que hasta la fecha han guardado mutis en relación al caso.
Este mes vimos a mujeres romper el silencio y acusar a ex funcionarios públicos que al ser cercanos al poder en su momento, abusaron de ellas con total impunidad.
Este mes vimos a una periodista denunciar ante las instancias judiciales a otro reportero por violación y contra toda lógica a un grupo de comunicadores desde una asociación de periodista asumir la defensa del presunto abusador.
Como sociedad, como padres de familia tenemos la obligación de modificar este padrón de comportamiento en las nuevas generaciones, es fundamental educar a nuestros hijos varones en la igualdad y equidad con sus compañeras niñas, enseñarles que cuando una mujer dice no, es no y no “se está haciendo la difícil”.
Es momento de que desde el aula se enseñe a niñas y niños sobre el acoso, cómo evitar ser acosadores, a denunciar cuando lo sufran.
Es momento que las autoridades judiciales monten una campaña permanente en todo el estado para invitar a las víctimas a denunciar, pero trabajar también en la atención humana y no burocrática de las víctimas de delitos sexuales.
A Grace y a todas las víctimas:
La justicia legal es tortuosa, lenta, burocratizada, a veces no llega… pero la justicia social es implacable, estaremos con ustedes.
Indignan los casos, pero más indigna la impunidad.
YO SI LES CREO.