El discurso de los políticos siempre se estrella con la realidad que viven los ciudadanos.
Durante 20 años como reportero y periodista he escuchado hasta el hartazgo a políticos de todos los partidos pronunciarse durante sus campañas a algún puesto de elección popular por “mejorar el acceso a la salud de los sudcalifornianos”.
De la misma manera, la atención y mejora al sistema de salud siempre ocupan los primeros lugares dentro de los programas de gobierno de jefes del ejecutivo y alcaldes.
Todos sin excepción de colores partidistas, en sus informes de gobierno presumen supuestos avances en materia de salud, con la construcción de una que otra clínica, caravanas móviles de la salud o equipamiento o remodelación de algún hospital.
Todos sin excepción, dicen ser sensibles a las necesidades del mal llevado y traído pueblo.
En tiempos de la 4T se llegó al absurdo de prometer un sistema de salud “como el de Dinamarca”, reconocido a nivel internacional como el modelo a seguir de los sistemas de salud.
Se desmanteló el “neoliberalista” Seguro Popular para dar paso al fracasado Instituto de Salud para el Bienestar que vino colapsar el sistema de vacunación nacional y el abasto de medicamentos y hoy tenemos el IMSS-Bienestar, con el que se pasó la responsabilidad del estado en materia de salud a un instituto de seguridad pagado con contribuciones de patrones y trabajadores; es decir, “se montó” el sistema de salud federal en el IMSS. En lugar de construir nuevos hospitales y darles equipamiento y personal, ahora se usan los del IMSS para dar servicio a los ciudadanos que no cuentan con un servicio de seguridad social.
Pero en tiempos del humanismo mexicano de la 4T, en materia de salud el discurso el discurso se sigue estrellando con la realidad.
Y así lo deja en evidencia en una publicación en sus redes sociales ayer la empresaria cabeña Elva Castillo, quien publicó dos videos y escribió:
“Lamentable situación viven los derechohabientes del IMSS en San José del Cabo, BC Sur”.
“Llegan a hacer fila para que les tomen la muestra del análisis desde las 5:00 am y no se les permite entrar a las instalaciones hasta las 7:00 am”.
“Mientras tanto tienen que esperar en el frío, parados en el arroyo, niños y ancianos sin excepción lo puede verificar en el video, así que si van enfermos ahí se agravan”.
Y agrega un válido cuestionamiento:
“¿Donde están las cámaras?, ¿los sindicatos? ¿Y el gobierno?. ¡Hagan algo por esta pobre gente!”.
Las mismas imágenes, la misma realidad de los mismos, los de a pie, los que hacen uso de los servicios de salud del estado.
Y retomo el cuestionamiento público de la empresaria.
Esas personas que esperan en el frío para recibir servicios de salud, seguramente varios son trabajadores o familiares de éstos, de empresas afiliadas a las cámaras empresariales. ¿Dónde estás esas cámaras para exigir al IMSS y al propio gobierno la atención digna y de calidad que deben tener sus colaboradores?.
Esas personas que esperan en el frío son miembros o familiares de un trabajador afiliado a algún sindicato obrero. ¿Dónde está la CROC, la CTM, los “Gastronómicos”, la CROM, etc., para exigir de la misma manera que exigen a las empresas contratos colectivos, con bloqueo de obras y hoteles de por medio?. ¿Por qué no se manifiestan con la misma energía para que a sus afiliados se les brinden condiciones dignas para atender sus problemas de salud?.
Y al gobierno estatal y federal emanado del movimiento de Cuarta Transformación:
¿Dónde queda el humanismo mexicano?.
¿Dónde queda el por el bien de todos, primero los pobres?.
SOLO QUEDA EN EL DISCURSO.
EN LA REALIDAD, LOS POBRES SE FORMAN EN EL FRÍO PARA RECIBIR ATENCIÓN MÉDICA.
CON CÁMARAS QUE APLAUDEN AL GOBIERNO.
CON SINDICATOS QUE SE ALIAN CON EL GOBIERNO.
LOS POLITICOS CON SU DISCURSO, LOS CIUDADANOS, CON LA REALIDAD.