El gobernador del estado, Víctor Castro Cosío, informó que las evaluaciones realizadas en la última semana en el municipio de Mulegé arrojaron que el huracán “Hilary” dejó daños por más de 250 millones de pesos en el norte de la entidad.
El mandatario precisó que la declaratoria de desastre contemplará a los municipios de Loreto y Mulegé, en donde se presentaron los mayores daños por el paso del fenómeno meteorológico.
Declaró que buscaban incluir al municipio de Comondú por afectaciones en 20 viviendas que fueron devastadas por el ciclón, sin embargo, no entró en la declaratoria que se hace ante el Gobierno Federal.
“Todos tenían algunas preocupaciones de acuerdo al meteoro que era muy abusiva la categoría para Baja California Sur, un huracán de categoría 4 de las 5 que hay pues ustedes imaginan lo verdaderamente preocupados que estábamos”, dijo.
“Técnicamente calculamos que se han perdido con todas las viviendas que vamos a reubicar, alrededor de 250 millones de pesos por los muros”, reiteró.
El mandatario señaló que las instituciones federal harán sus propias evaluaciones y pidió el recurso que envié el Gobierno de México se maneje en sus instancias para reparar los daños correspondientes, principalmente en la Secretaría de Comunicaciones, Infraestructura y Transporte (SCIT).
Recordó que Baja California Sur entrará apenas al mes con mayor registro de impacto de huracanes: septiembre; periodo en el que se concentra el 58% de los fenómenos meteorológicos que han tocado tierra sudcaliforniana.
En este contexto, recordó que cuentan con el Fondo de Emergencias para atender desastres por fenómenos naturales, que antes del huracán “Hilary” llegaba a los 112 millones de pesos.
“Sí nos dio duro, por las condiciones de Santa Rosalía de estar entre piedras, por fortuna no pasó nada. Llevó mucha agua un arroyo que hay ahí, se desfogó a tiempo; se rompió un muro, no resistió, se había revisado, el agua estaba muy dura”, enfatizó.
“Donde más duro nos dio fue en la Pacífico norte porque ahí nos rompió muros, en algunos casos naturales, en Punta Abreojos, en La Bocana, tumbó todas las cabañas. Nunca se había metido el agua tanto a La Bocana, según los compañeros que ahí viven”, compartió.