Luis Alonso Aguilar, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en La Paz, expuso que el índice inflacionario que se reporta en Baja California Sur es un factor que está obligando a empresarios a subir los precios de sus productos finales al público.
Enfatizó que la inflación actual podría ser un factor que estanque el crecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas en la entidad, con un índice el 7.68% a finales de 2022 que para Baja California Sur se incrementa aún más por el transporte marítimo de insumos.
Tomo de ejemplo la situación con el precio del aceite, uno de los insumos más usados en las cocinas. Antes de la pandemia el bidón costaba 550 pesos y ahora vale más de mil pesos.
Aunque el sector restaurantero ha buscado la forma de no incrementar “mucho” sus precios para no afectar a comensales, recalca que llega un momento en el que no se puede evitar.
“La inflación está pegándonos muchísimo, pero al final de cuentas el afectado es el cliente final. Nosotros como restauranteros, al momento de costear nuestros productos, esos incrementos tanto al salario mínimo, el tema del alza del precio a productos viene afectándonos al precio final del producto que nosotros tenemos”, comentó.
En este contexto económico, mencionó que la inflación se convierte en un factor que inhibe la intención de personas que buscan emprender o abrir un negocio ya que el alza constante en precios de insumos se convierte en un problema para el sector empresarial.