La industria turística ha trabajado en mantener a Los Cabos como un destino competitivo al resto y a pesar de convertirse en un destino aspiracional, hay servicios que se ofrecen, como el gastronómico, que no están dejando un buen sabor de boca al turismo.
El presidente del Consejo de Administración de la Asociación de Hoteles de Los Cabos (AHLC), Mauricio Salicrup, dio a conocer que en el destino turístico hace falta que la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) ponga firmeza en la regulación de precios de sus restaurantes afiliados.
“No tenemos en Los Cabos una CANIRAC que realmente tenga bien segmentados a los comercios de alimentos y bebidas, y que a parte de eso, los regule o que intente convencerlos de que si tu tienes un restaurante de un determinado nivel no puedes cobrar igual que un restaurante de alta gama, esa parte nos hace falta”, señaló.
Y es que, actualmente la oferta gastronómica es uno de los tres segmentos más importantes de Los Cabos, el 14 por ciento de los turistas visitan el destino motivados por su oferta gastronómica, lo cual da un panorama de qué tan importante en la industria gastronómica para la oferta del destino.
Salicrup ejemplificó la situación de la segmentación que necesitan los restauranteros con lo que hacen desde la Asociación de Hoteles, pues aseguró que no manejan igual a los 95 hoteles que pertenecen, hay algunos de lujo, otros all inclusive o de negocios y se procura que lo que se cobre en un hotel de negocios sea congruente a lo que cobra un hotel del mismo segmento en otro lado del país.
“Lo que nos está sucediendo es que esas grandes firmas de restaurantes y chefs abren restaurantes de lujo y que crean una experiencia donde el cliente puede pagar hasta 20 dólares por una botella de agua, y no le importa; pero lo están copiando restaurantes que no están visualizando eso, cobran igual que un restaurante de lujo pero dan un servicio espantoso”, argumentó.
Desde la AHLC, reconocen que el hecho de que CANIRAC sea una Cámara y no una Asociación vuelve difícil que todos los agremiados hagan caso a las instrucciones para trabajar en equipo, sin embargo; consideran necesaria la regulación para no poner en riesgo las preferencias de los visitantes.
