Militantes del PAN en Baja California Sur se sumaron a la movilización nacional con la que exigen justicia y verdad sobre el caso del rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco.
Alertando una presunta participación del crimen organizado y una omisión del Estado en la desaparición de jóvenes, llegaron hasta las oficinas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), sin embargo, las instalaciones están cerradas desde el 1 de abril, según evidenció el presidente estatal del PAN, Rigoberto Mares.
Las oficinas de la CNDH dejaron de operar debido a que trasladaron su sede a Mexicali, Baja California, lo que ha dejado a la ciudadanía sudcaliforniana sin representación local del organismo.
La única opción que tiene la ciudadanía es presentar quejas en línea, mismas que posteriormente son canalizadas a otras visitadurías.
En este escenario, en la protesta denunciaron que la CNDH ha sido omisa y pasiva ante los hallazgos en Teuchitlán, exigiendo justicia por cada joven desaparecido.
“Hoy no estamos aquí por política. Estamos aquí por algo más grande: por justicia, por verdad, por esperanza. Por las madres que ya no duermen, por los jóvenes que salieron de casa y nunca regresaron”, dijo Rigoberto Mares.
También exigieron la renuncia de Rosario Piedra Ibarra, presidenta de la CNDH, a quien acusan de guardar silencio ante la tragedia nacional de las desapariciones.
Mares también exigió la renuncia inmediata de Rosario Piedra Ibarra, presidenta de la CNDH, al considerar que el organismo se ha convertido en un “monumento a la omisión”.