Según los análisis que ha hecho el Centro de Energía Renovable y Calidad Ambiental (CERCA), la compra de la planta de gas en Pichilingue no bastará para satisfacer la demanda energética en Baja California Sur.
Jaqueline Valenzuela, directora de CERCA, señaló que es necesario que las estrategias de generación de energía estén a la par del crecimiento económico que reporta Baja California Sur.
Con una inversión de 180 millones de dólares, la CFE compró las centrales generadoras y suministradoras de gas de New Fortress Energy. Esto aportará 135 MW a la red de energía de la entidad.
Sin embargo, Baja California Sur despuntó con un 13% más de crecimiento económico y la recuperación turística más rápida en México tras la pandemia.
Jaqueline Valenzuela previsional que si el Gobierno Federal no está a la par con el desarrollo del estado, será cuestión de tiempo para que la incertidumbre energética regrese.
“Esa es la parte que estamos analizando ahorita, la suficiencia. Es para nosotros importante porque estaríamos hablando que toda esta capacidad instalada estaría lista para operar en 2025. Si pensamos en términos cuantitativos, ese 13% se va a ir multiplicando por año, por lo que el desarrollo energético de la entidad debe llevar ese ritmo”, expuso.
“Yo creo que nos vamos a quedar cortos, es lo que alcanzo a ver con los primeros números. Son 3 años para llegar a esta fecha (2025) y si se mantiene el ritmo de crecimiento, probablemente nos quedemos cortos. Es la parte que a nosotros nos interesa que se pueda incidir con propuestas”, agregó.
La central de gas es un avance, pero no la solución definitiva. La especialista recalcó que la CFE y el Gobierno de México deben introducir el inicio de la implementación de nuevos proyectos de energías renovables en la carpeta de planificación.
Este año, ante una recuperación del sector turismo tras la pandemia, lo que salvó a la entidad de registrar apagones masivos como en 2019, 2020 y 2021, fue la aportación energética de centrales de energía eólica y solar.
No obstante, estas ya operaban desde hace años. En este contexto, la directora prevé que la CFE debe proponer un portafolio de proyectos que deben empezar implementación para 2023, con el objetivo de que estén listos para operar antes de 2025 por si el dinamismo económico reflejado en el estado rebasa nuevamente la capacidad de generación y demanda de energía.
CERCA y otras asociaciones buscarán un compromiso para dejar el uso del combustóleo y saber qué proyectos habrá en el portafolio de la CFE para que la incertidumbre energética no alcance de nuevo a Baja California Sur.