En la narrativa de la llamada “Cuarta Transformación” se ha señalado como base de sus políticas públicas la atención a las clases trabajadoras y el combate a la pobreza.
Bajo el lema “primero los pobres”, el Gobierno Federal desde el 2018 inició un proyecto de programas sociales para los sectores de vulnerabilidad económica, principalmente las personas de la tercera edad, las personas con discapacidad y los niñas, niños y jóvenes de escasos recursos.
En muchos de los casos, es innegable que este apoyo del Gobierno es la diferencias para muchos de los beneficiarios entre comer y no comer o entre continuar y no continuar sus estudios.
Sin embargo, para las empresas la historia con la 4T ha sido diferente.
Diversas cámaras y organismos patronales han señalado la falta de apoyos y estímulos por parte del Gobierno Federal en tiempos de la transformación, sobre todo durante la pandemia por el Covid, donde no hubo un solo apoyo a las empresas, ni de créditos, ni de prórrogas fiscales, ni apoyos directos.
Y con ello no se afectó a los grandes capitales, que en tiempos de la 4T como en tiempos del PRI y los tiempos del PAN, han sabido acomodarse y siguen teniendo las mismas o más ganancias.
Los que más han resentido los embates de las políticas para con los empresarios del nuevo régimen han sido las micro, pequeñas y medianas empresas.
Y vienen dos más:
1.- Desde el Partido Verde, la Diputada Federal Gabriela Benavides Cobos ha presentado la propuesta con proyecto de decreto al artículo 87 de la Ley Federal del Trabajo para que los trabajadores reciban 30 días de salario en lugar de 15 días por concepto de aguinaldo.
2.- Desde el Partido del Trabajo, la senadora Geovana Bañuelos de la Torre presentó una iniciativa propuesta con proyecto de decreto al artículo 127 de la Ley Federal del Trabajo para quitar el monto máximo al reparto de utilidades y que el patrón entregue al trabajador como mínimo el promedio del monto que recibió el trabajador en los últimos 5 años por reparto de utilidades.
¡Qué padre¡. En su narrativa la 4T en defensa de los derechos de los trabajadores, ¿Quién puede negarse a tan justa medida?.
Seguramente, los grandes capitales saldrán a aplaudir la medida para como siempre, quedar bien con el gobernante en turno.
En los hechos las empresas, principalmente las mipymes, que generan el 43% del total de los empleos formales del país y el 82% del total de los empleos generados por empresa, no tendrían como soportar lo del incremento del 100% a los aguinaldos.
Por otro lado, en lo del reparto de utilidades, ¿Qué pasa si la empresa en ese año no reporta las mismas ganancias que los 5 años anteriores que señala la propuesta de la petista?, ¿Qué tal si, al contrario, la empresa reporta pérdidas?, ¿De dónde va a sacar para cumplir con la ley?.
Esta muy chido eso de que haya más aguinaldo y utilidades para los trabajadores, lo que no se les dice, es que muchas empresas en las que trabajan no tendrían la capacidad para sobrevivir y tendrían que cerrar sus cortinas.
En la ley se vería muy padre lo de los 30 días de aguinaldo y las utilidades mínimas del promedio de los últimos 5 años.
En los hechos, sería para los que todavía tuvieran empleo.
Entonces habría más quienes para subsistir requirieran el apoyo del Gobierno Federal y sus programas sociales; incluyendo los empresarios que tendrían que cerrar sus empresas.
Primero los pobres… ¿o todos pobres primero?.