Se vencieron los plazos anunciados por el delegado en funciones de presidencia de Morena en Baja California Sur, Alberto Rentería Santana, quien hace dos semanas informaba las fechas en las que se darían a conocer a las y los ganadores de las encuestas para elegir a candidatos, sin embargo esto no ocurrió.
El martes 23 de enero, Rentería Santana prometió que el fin de semana que seguía se revelarían los nombres de las y los candidatos a diputaciones federales, para la semana siguiente para alcaldías y para los primeros días de febrero a las y los ganadores para plantillas de ayuntamientos y diputaciones locales.
Han pasado dos semanas y hasta la fecha nadie conoce a los perfiles seleccionados mediante estas encuestas y hay quienes ya advierten conflictos internos para la designación de los nombres que estarán en las boletas electorales.
Uno de los equipos que más ha presionado en este nudo interno de Morena ha sido el de Manuel Cota, aspirante a la alcaldía de La Paz, que a través de publicidad en redes sociales se señala como supuesto ganador de la encuesta en esta candidatura.
Y más allá de ser cierto o no, lo real es que existen otros factores al momento de seleccionar candidatos que están por encima de los reglamentos internos del partido: la Ley Electoral y las medidas afirmativas de paridad, por lo que nada está escrito.
Entre si es hombre o mujer el favorecido o favorecida, ya hay voces de descontento entre la falta de claridad en este ejercicio del movimiento en Baja California Sur.
Lo que sí ha trascendido es la falta de transparencia en estos procesos internos, no sólo en Morena sino en otros institutos políticos, como en el Partido Acción Nacional (PAN) que hoy tiene dos impugnaciones ante el Tribunal Estatal Electoral de Baja California Sur (TEEBCS) porque sus militantes consideran que las reglas del juego no han sido claras.
Los líderes de Morena ya han convocado a una conferencia de prensa para el miércoles 7 de febrero, sin embargo, no hay ninguna garantía de que por fin se revelarán a las y los ganadores de estas encuestas a las que nadie puede acceder.
La realidad es que la opacidad es la única carta garantizada en los partidos locales en cuanto a los procesos electorales se refiere, un tema que nadie quiere regular y que, probablemente, en un futuro no muy lejano le toque mediar a organismos electorales ya que hay que recordar y recalcar que hasta las plumas que usan en las oficinas de los institutos políticos se pagan con recursos públicos.