El sudcaliforniano Jacobo Flores se encuentra triunfando en los escenarios de Ciudad de México, como integrante de la obra internacional Aladdín, una adaptación para teatro de la versión original de Broadway; no sólo rompiendo paradigmas, sino inspirando y demostrando que en Baja California Sur hay grandes talentos que están hechos para brillar.
Nacido en La Paz, desde niño se mudó a Los Cabos y ahí vivió gran parte de su niñez y adolescencia; explicó que, en “aquellos tiempos” en el Estado no había presencia de actividades artísticas y culturales, un día encontró un video que tomaron de una obra de teatro en Londres y de ahí se obsesionó con ella, pedía que se la rentaran cada tercer día.
A pesar de lo mucho que disfrutó ver cada uno de los componentes de una obra de teatro, siempre lo miró como algo inalcanzable y lejano, como “un sueño”, fue hasta pasando los 16 años, cuando se fue a estudiar a Monterrey, que tuvo un acercamiento directo pues se metió al grupo de teatro de su escuela y ahí supo lo que verdaderamente quería.
Después de involucrase, pensó en abandonar una de sus otras pasiones, el diseño; y platicó con sus padres para irse a perseguir sus sueños a Ciudad de México. Llegó sólo y con una maleta llena de sueños y también, inseguridades…
“Tuve sobrepeso muchos años, y soy muy alto, eso me representaba una limitante porque no veía en ningún lugar dentro del gremio teatral alguien como yo, con mi tipo de cuerpo, pensaba que no había un espacio para mí. Al llegar a la CDMX yo pensaba que no tenía el talento suficiente a mis compañeros, pero al final me di cuenta que lo único que me estaba frenando era mi inseguridad”, dijo.
Mientras estudiaba y se preparaba todos los días de 11 a 11, en el 2015 realizó una obra llamada “Into the woods” donde un director lo vio y lo llevó a trabajar de manera profesional. En el 2019 encontró audiciones para la obra de Aladdín y realizó 12 pruebas, de canto, baile, actuación y química y fue uno de los seleccionados para ser parte del “ensamble” y cubrir a uno de los personajes principales.
Luego de que se habían mandado a hacer los vestuarios a Nueva York, inició la pandemia en México y la obra tuvo que suspenderse, 2 años después, donde la incertidumbre de no saber si seguiría el proyecto en píe lo consumía, les hablaron, ensayaron 6 semanas e iniciaron el 17 de noviembre del 2021, dando funciones 8 de miércoles a domingo, hasta la fecha.
Jacobo describió con mucha emoción y orgullo, lo feliz que lo hacen que le lleguen mensajes de personas de La Paz, Los Cabos y otras partes del Estado donde reconocen lo lejos que ha llegado y lo importante que es que, un sudcaliforniano esté dejando el alma en los escenarios, “yo siempre soñé con inspirar a los demás, yo soy prueba de que sí se puede”.