Cada proceso electoral los diversos actores políticos inician sus actividades para anunciar sus aspiraciones a los distintos puestos de elección popular que estarán en juego.
En ocasiones se trata de legítimas aspiraciones por parte de servidores públicos o representantes populares electos que medianamente se han hecho presentes con temas de interés para su estado o localidad.
Pero en otros casos, son aspiraciones que ofenden al electorado al ser personajes que una vez logrado un espacio, se “pierden” por dos años de los electores que les dieron su voto y regresan cuando pretenden otro “hueso”.
Uno del segundo supuesto sería el caso del hoy diputado federal y ex alcalde de La Paz, Rubén Muñoz Álvarez, quien ha registrado ante los órganos directivos de Morena su aspiración a una curul en el Senado de la República, simulado como “coordinación de la defensa de la cuarta transformación en Baja California Sur”.
Al otrora presunto operador político de las mineras a cielo abierto que pretendieron instalarse en la Sierra la Laguna (denunciado en su momento por el dirigente estatal de Morena); como presidente municipal de La Paz, a Muñoz Alvares se le recuerda más por “joyas” de la demagogia como convertir a la Ciudad de La Paz en la Suiza de México, o bajar la temperatura de la capital del estado hasta 5 grados a través de una campaña de reforestación, que nunca se dio.
Su administración como alcalde estuvo marcada por su campaña desde el día 1 a la Gubernatura; sus patadas por debajo de la mesa con el entonces “super delegado” federal y hoy Gobernador, Víctor Castro y posteriormente con su compañera del ala leonelista, la ex alcaldesa de Los Cabos, Armida Castro; y un abandono total a los problemas sociales, de servicios y de infraestructura en La Paz.
Hoy, desde su curul, sus cartas de presentación para los sudcalifornianos para representarnos ahora como Senador de la República, tampoco son las mejores:
De acuerdo a la información oficial de la Cámara de Diputados, durante su ejercicio como legislador federal por el Distrito 1, Rubén Muñoz Álvarez, sólo ha participado en 21 iniciativas de ley, NI UNA SOLA PROPIA, todas han sido como perteneciente al Grupo Parlamentario de Morena o como adherente a las propuestas de diputados de otros partidos; lo que contrasta con las mil 448 iniciativas en las que participa el diputado federal panista, Marco Puppo e incluso con las 35 de su compañero Alfredo Porras, de las cuales 1 es como iniciante.
La Presidencia de la Comisión de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento de la Cámara de Diputados, en manos de Muñoz Álvarez tampoco ha sido de utilidad a los sudcalifornianos; no se conoce de proyectos o acciones encabezadas por el diputado federal que sea de beneficio para Baja California Sur, uno de los estados con menor disponibilidad de agua per cápita en México y de los estados con mayor estrés hídrico; si acaso se recuerda su participación en un Foro del Agua celebrado en Los Cabos.
Ante la falta de resultados desde su curul para los sudcalifornianos, Rubén Muñoz hoy basa sus aspiraciones al Senado por su trabajo como coordinador de la campaña de Claudia Sheinbaum en Nuevo León.
Su estrategia, ante su impopularidad entre los sudcalifornianos consiste en inflar su imagen a través de encuestas claramente contratadas, donde aparece como “el favorito” en las preferencias para Senador por parte de Morena; lo que confirma que las encuestas políticas han dejado ser sensores para medir las simpatías de los electores y se han convertido en meros instrumentos de propaganda con resultados al mejor postor.
