Tras la pandemia de covid-19, regresó al centro de histórico de San José del Cabo la tradicional posada navideña de la calle Morelos, en la que turistas y locales vivieron una experiencia cercana a las tradiciones de las fiestas decembrinas mexicanas.
Esta celebración se realizaba anualmente antes de la pandemia gracias a la organización de comerciantes, restauranteros, hoteleros y artistas que se unían para celebrar la navidad en una manera colectiva y para dar una muestra cultural de lo que tiene San José del Cabo para ofrecer.
En esta ocasión, se realizó una posada este jueves 21 de diciembre desde las 6:30 de la tarde donde familias enteras disfrutaron pedir la tradicional posada con villancicos y a la luz de las velas en los restaurantes Ruba’s Bakery y Agave.
Al finalizar los villancicos, los infantes se reunieron para entre todos, quebrar las piñatas con la presencia de Santa Claus. La celebración llamó la atención del los turistas de distintas nacionalidades que paseaban por la zona y hubo hasta quienes alentaron a sus hijos a pegarle a la piñata.
Las calles del centro histórico fueron adornadas con sus tradicionales papeles picados y distintas luces; aparte de que se colocaron dos piezas de arte enormes a la altura de los techos de los comercios importados de Oaxaca que fueron el centro de atención por sus llamativos colores.
Una de las organizadoras de este evento, la empresaria Blanca Pedrín compartió para HOY BCS que estas actividades son parte del rescate cultural, de las tradiciones mexicanas y de fomentar la esencia artística del centro histórico con un ambiente plenamente familiar.
“Uno de los objetivos principales aquí en el distrito del arte es rescatar nuestras tradiciones, es una ciudad transcultural donde venimos a compartir las experiencias locales y las que nos llegan de otros estados, las posadas son de las cosas más hermosas de la navidad donde venimos a compartir, el amor y la armonía”, señaló.
Enfatizó en que este tipo de actividades además de incentivar la unión familiar y social, son una experiencia única que los turistas que visitan el centro histórico se llevan a sus países.
